Información difundida hoy en Estados Unidos da cuenta de la investigación a cargo de profesores de la Universidad de Connecticut quienes sostienen haber estado en contacto con el cráneo que por años se creyó era de Hitler, y que según estudios de ADN en realidad pertenece a una mujer, probablemente de entre 20 y 40 años.
Luego de que se desatara la polémica por el documental que revive la idea de que Hitler escapó de Berlín, autoridades rusas desmintieron hoy al arqueólogo estadounidense Nick Bellantoni, quien afirmó que el cráneo que se creía era del líder nazi es en realidad el de una mujer.
Información difundida hoy en Estados Unidos da cuenta de la investigación a cargo de profesores de la Universidad de Connecticut quienes sostienen haber estado en contacto con el cráneo que por años se creyó era de Hitler, y que según estudios de ADN en realidad pertenece a una mujer, probablemente de entre 20 y 40 años.
El arqueólogo y especialista en huesos Nick Bellantoni asegura haber sospechado de inmediato que el hueso pertenecía a una mujer debido a su estructura. Y su colega Linda Strausbaugh, directora del centro de genética aplicada de la universidad, habría aceptado realizar un análisis de ADN si conseguían una buena muestra.
Según su testimonio, fue así que Bellantoni viajó a Moscú, donde se le permitió obtener una muestra de ADN, y a finales de mayo el equipo comenzó a trabajar en el laboratorio de la universidad en Storrs, Connecticut (noreste).
"Lo que el ADN nos dijo es que era una mujer", relató Strausbaugh en un documental divulgado por el canal History Channel, titulado "El escape de Hitler".
Sin embargo, Vladimir Koslov, vicedirector de los archivos, desmintió hoy al investigador y aseveró que "las afirmaciones de Bellantoni son un invento. El arqueólogo jamás tuvo acceso a nuestros archivos y el cráneo siempre permaneció allí, cerrado en una caja fuerte que puede ser abierta sólo por algunos miembros del personal interno".
En información difundida por la agencia rusa Ria Novosti, Koslov subrayó que ni siquiera los científicos rusos dijeron jamás que tenían la certeza de que se tratara de los restos del cráneo de Hitler.
"En los documentos en nuestro poder, los fragmentos están indicados como presumibles partes del cráneo del Fuhrer", dijo.
Los fragmentos fueron hallados por la Armada rusa en Berlín un año después del suicidio de Hitler, en 1946, en la fosa donde estaban los presuntos restos, que fueron preservados por la Inteligencia soviética.
Los científicos e historiadores aseguran que el jerarca nazi se suicidó de un disparo en la cabeza, luego de ingerir una pastilla de cianuro el 30 de abril de 1945 junto a su pareja, Eva Braun, y de esa forma evitar que ambos fueran capturados por las fuerzas aliadas.