LEÓN, GUANAJUATO.- En contra de las recomendaciones sanitarias, ayer el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago y los sacerdotes de la Diócesis celebraron misas en los horarios acostumbrados con asistencias masivas.
En la misa matutina que ofició el prelado, los feligreses ocuparon el 75% de las bancas en la Catedral Metropolitana, en otros templos también continuaron las celebraciones para bodas y XV años.
Aun cuando el Laboratorio de Salud estatal identificó cuatro casos positivos de influenza humana en municipios de Celaya, Salamanca y León, el arzobispo rechazó que se vayan a suspender los actos religiosos o el cierre de los templos.
"No puedo cerrar ahorita, tengo que estar en contacto con las autoridades de Salud y luego tomaremos la decisión", dijo el jerarca de la Iglesia Católica.
El miércoles, el secretario del Salud del entado, Armando Aguirre, recomendó la suspensión de las misas y ordenó el cierre de cines, bares, cantinas, antros y cancelación de todo tipo de eventos masivos.
Por su parte, la Arquidiócesis de México hizo un llamado a combatir con la misma decisión y eficacia no sólo a la influenza "A", sino a otros virus que nos están matando como el narcotráfico, las adicciones, la pérdida de valores, la pornografía y las injusticias.
En el editorial de su órgano informativo Desde la Fe, titulado "Más allá de la tragedia", lamentó que no tenga espacios de difusión, luego de que medios electrónicos transmitieran la misa dominical que se celebró a puerta cerrada para evitar posibles contagios de la influenza A H1N1.
