Con la ausencia del Alcalde Ricardo Aguirre y de los Directores de departamentos del municipio se dio el último adiós al comandante Juan Antonio Ramírez Ramos, quien perdiera la vida en cumplimiento de su deber el pasado domingo 14 de junio en la estación de Policía de Paredón.
Lo hacen esperar
La ceremonia religiosa se realizó en la iglesia de San Nicolás de Tolentino de Ramos Arizpe pero debido a que no habían avisado al sacerdote de esta celebración los restos mortales del comandante tuvieron que esperar 15 minutos en el atrio del templo hasta que el sacerdote se preparara para realizar la ceremonia religiosa a la que asistieron los elementos de Seguridad Pública, el teniente Manuel Cicero Salazar, la síndico Lilia Flores y el regidor Jaime Vega, ninguna otra autoridad acudió al funeral.
Hombre admirado
Todos los asistentes a la ceremonia coincidieron en que el comandante era una persona muy responsable que era admirado por sus compañeros y a base de esfuerzo y dedicación logró ocupar ese cargo, además de que prestó servicio a la corporación por casi 30 años, por lo que sus compañeros además de admirarlo lo respetaban y lo veían como un ejemplo a seguir. Aunque el teniente Manuel Cicero informó en que el homenaje se llevaría a cabo en el panteón, los familiares insistieron en que se realizaría en la Delegación de Policía por lo que se efectuó en este lugar donde se dirigió un mensaje por parte del teniente a los familiares del comandante quien dijo que era un ejemplo a seguir para las siguientes generaciones, posteriormente se realizó el pase de lista, el toque de silencio y mientras las sirenas de las patrullas se escuchaban le fue entregada la bandera a la viuda del comandante.
Sin organización
Aunque fue una ceremonia emotiva en la que se despidió al oficial caído en cumplimiento de su deber, hubo una mala organización que provocó confusión y molestias a la familia del oficial y a los mismos policías municipales además de que no fue notificada ninguna corporación policiaca de la ceremonia que se realizaría, por lo que únicamente acudieron policías municipales y un escuadrón motorizado de la policía estatal.
El sepelio
En un último paseo por la capital del estado y escoltado por policías motorizados, llegó el comandante Ramírez quien en una carroza blanca hizo el recorrido hasta el Panteón Jardín de los Pinos ubicado al sur de Saltillo.
En ese lugar y a pleno sol del medio día se vio una profunda tristeza reflejada en el rostro de policías, familiares y muchos de los amigos que hizo a lo largo de su carrera el respetado comandante Juan Antonio Ramírez Ramos.
Fue minutos antes de las 12:00 horas, que con la finalidad de darle cristiana sepultura arribó el cortejo al cementerio, y compañeros municipales y miembros de la estatal le brindaron su última guardia, donde le realizaron el pase de lista y fue despedido en medio del “aullar” las sirenas de sus patrullas.
