lavel Sánchez anunció que el lunes acudirá ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para impugnar el resultado de esta reunión de trabajadores.
La secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Lizette Clavel Sánchez, fue destituida en una asamblea extraordinaria, con 591 votos a favor y 384 en contra, y en su lugar quedó de manera interina el secretario del Trabajo, Raúl Salazar.
En entrevista, Clavel Sánchez anunció que el lunes acudirá ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para impugnar el resultado de esta reunión de trabajadores, ya que fue convocada de manera ilegal y no se ajusta a lo que establecen los estatutos ni la Ley Federal del Trabajo.
Denunció que la líder perredista capitalina, Alejandra Barrales, y Francisco Villarreal, ex dirigente de ASSA, están detrás de este movimiento y con su intervención se pone en riesgo la revisión salarial con Mexicana de Aviación, ya que debe entregarse el emplazamiento a huelga el 14 de agosto para iniciar el primer minuto del 16 de septiembre.
También, indicó, está en peligro la ratificación del emplazamiento a huelga contra Aeromar, el cual vence el primer minuto del 1 de septiembre.
Clavel Sánchez alertó que está en juego la acreditación de la personalidad legal de la dirigencia de este gremio, ya que la toma de nota fue otorgada a su comité.
En su opinión, el proceso de destitución es ilegal ya que la supuesta asamblea tuvo deficiencias en los términos de la convocatoria, y en ningún momento se informó del contenido de este documento.
Aclaró que en ningún momento este grupo de trabajadores presentó pruebas ni acusaciones de abuso de confianza o de uso ilegal de recursos de la organización sindical para sustentar la destitución de la secretaria general.
Afirmó que la Comisión de Honor y Justicia no sustentó ni argumentó la convocatoria y la destitución se basa en rumores y "en puras apreciaciones subjetivas, por lo cual, debieron demostrarse cabalmente."
Con este proceso, consideró, se vulnera y fragmenta el papel de la organización sindical y podría llegar muy debilitada en las próximas negociaciones salariales.
"Las empresas pueden impugnar ya que son muy quisquillosas y si hay una equivocación por parte de la representación gremial pueden solicitar ante las autoridades laborales la nulidad del emplazamiento a huelga. Todo proceso debe apegarse a la legalidad y a lo que establece la Ley Federal del Trabajo y los acuerdos internacionales en materia laboral."
Clavel Sánchez advirtió que la parte patronal puede recurrir a este camino para poner y destituir a dirigencias y dejar a alguien a modo, con lo cual estarían en riesgo las organizaciones sindicales.