El gobierno mexicano anunció el martes el inicio de un programa de destrucción de 79 mil 74 armas de fuego incautadas en la última década.
El gobierno mexicano anunció el martes el inicio de un programa de destrucción de 79 mil 74 armas de fuego incautadas en la última década.
La Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informaron en un comunicado que el armamento que será destruido no incluye las 35 mil 372 armas de diversos calibres decomisadas por el ejército mexicano desde diciembre de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón asumió el poder, debido a que están vinculados con procesos legales abiertos.
La destrucción comenzó en instalaciones militares de la capital, señalaron.
Tras asumir el poder, Calderón lanzó una batalla frontal contra los cárteles de las drogas que han desatado una ola de violencia, alimentada por el incremento en su poder de fuego con la adquisición de armamento de grueso calibre.
A finales de abril, la Sedena dio acceso al almacén general de la Dirección General de Materiales de Guerra, donde termina buena parte de las armas incautadas en el país y que entonces albergaba 88 mil 537 armas.
En total, el ejército tenía bajo su resguardo poco más de 305 mil armas incautadas, distribuidas tanto en el almacén de la capital, como en otras bodegas de sus 12 regiones militares. Parte de ellas, habían sido utilizadas por los cárteles.
La Sedena refirió entonces, que las armas sólo son destruidas una vez que ha concluido un proceso penal por hechos delictivos en los que hayan sido utilizadas.
