Estudios realizados por el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) demuestran que el agua de la presa Francisco Zarco (Las Tórtolas) contiene arsénico. Su nivel alcanza los 0.018 miligramos de arsénico por litro de agua (mg/l), cantidad considerada por la Secretaría de Salud como aceptable para consumo humano, de acuerdo con la Norma Oficial NOM 127-SSA1 actualmente en vigor que es de 0.025 mg/1.
Luis Horacio Salmón, gerente operativo del Simas, declaró ayer que este estudio es el más reciente que se ha realizado a nivel regional. Consistió en labores de muestreo en diferentes puntos del cauce del río Nazas y en todos, se obtuvo la misma cifra.
Los lugares donde se tomaron muestras de agua son: Presa, Graceros, Cañón de Fernández, Puentes Cuates, Raymundo y Sacramento, a la altura del Cerro de las Calabazas.
El motivo de estos estudios fue que a mediados de 2007, se buscaba una alternativa para obtener agua de mejor calidad y se proyectó en promover un proceso de potabilización temporal. “En forma conjunta con Saneamiento buscábamos alternativas para obtener agua de calidad y libre de arsénico, lo que nos permitió comprobar que el agua de la presa sí tiene, pero su concentración es baja”.
Dijo, sin embargo, que no se le dio seguimiento a esta inquietud, ya que el Simas optó por buscar agua de mejor calidad con la perforación de nuevos pozos. A la fecha, lo más seguro es que no haya variantes en los niveles detectados de arsénico en el agua de la presa.
Por su parte, el toxicólogo Gonzalo García explicó que es posible que el agua de las presas esté contaminada por arsénico porque hay evidencias de que algunos afluentes del río Nazas pasan cerca de las plantas mineras.
Las minas, dijo, son pequeñas pero suficientes para contaminar el suelo y los afluentes del río Nazas. Señaló que el agua que baja de la sierra no sólo recoge arsénico sino otros metales pesados que son dañinos para la salud de las personas.
El toxicólogo explicó que hace 20 años participó en un muestreo en las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, con el objetivo de determinar si el agua estaba contaminada, sin embargo, en ese entonces los resultados fueron negativos.
“La contaminación de las presas puede ser estacional, no necesariamente tiene que ser constante porque depende mucho de dónde vengan los afluentes. No sé si en la actualidad el agua contenga metales pesados, pero siempre se ha hablado de que esa posibilidad exista, y es por eso que no se acepta cabalmente utilizar las presas como fuente de agua potable”.
