Determinación.- El Partido Revolucionario Institucional nació de la determinación de acabar con las asonadas, traiciones y engaños políticos en los años 30 y fue el partido hegemónico por decenios, pero sus errores, abusos, corrupción y desprecio a la sociedad lo llevaron a perder el poder hace 9 años.
Por un buen tiempo, los dinosaurios del partido no reconocieron sus culpas ni aceptaron que la derrota era consecuencia del divorcio entre las cúpulas del poder y la realidad nacional. Sin embargo, siguiendo el viejo refrán que dice "más tiene el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece", no perdieron todo, hicieron una labor -en particular después de 2006-, y ahí están, encabezando el Poder Legislativo, recuperando cinco de seis gubernaturas, muchas alcaldías y curules.
¿Y ahora qué sigue?, por el lado bueno, si la experiencia de perder es educativa, es de esperar que no repitan los errores del pasado; por el lado malo, aún hay muchos dinosaurios, y fuera de dos o tres jóvenes que se abren paso, con Enrique Peña Nieto a la cabeza, los cuadros directivos siguen siendo rémoras de aquellos tiempos; ojalá Beatriz Paredes y sus colegas tengan la determinación de renovar, revitalizar, rejuvenecer el partido, con todo lo que esto significa.
.- "Si tú no sabes a dónde quieres ir, difícilmente llegarás", me dijo un maestro hace años; así está el Partido Acción Nacional; obtuvo en 2000 un triunfo debido al hartazgo hacia el PRI, pero, al más puro estilo Gatopardista, cambió todo, pero todo siguió igual; eran críticos del "dedazo" y lo ejercen diariamente, eran críticos de la corrupción y son igualmente corruptos, eran críticos de la ineficiencia y han mostrado la mayor ineficiencia, el Partido se desdibuja, nadie sabe qué es, "a qué le tira", y el resultado ha sido el que vimos hace dos semanas; sin líder, sin cuadros, sin proyecto, sin sentido; surgen voces panistas como lamentaciones de la Llorona, y el desaliento es consecuencia de que ni como Gobierno ni como partido han podido dar el ancho.
.- ¿pero cómo vas a escribir esa palabra en tu columna?, me preguntó un amigo; pues porque, según la Real Academia Española, 21 Ed., "desmadre es acción y efecto de desmadrarse, (conducirse sin respeto ni medida)", de modo que hablar de desmadre al referirme al Partido de la Revolución Democrática no es ni exageración ni ofensa, es simplemente diagnóstico.
Es lamentable que el partido que crearon personajes como Heberto Castillo y Cuauhtémoc Cárdenas y que era el germen de una Izquierda inteligente, propositiva, moderna, como la que necesita nuestro país, sea actualmente un nido de víboras, en el que medran especímenes como Camacho, Muñoz Ledo, Batres, Padierna, etc., que sólo buscan el poder por el poder; todos muestran una y otra vez su falta de civismo, su desprecio a las leyes, su cinismo y su ausencia de calidad moral; su todavía presidente Jesús Ortega no tuvo agallas para cumplir los estatutos, mientras López Obrador lo ridiculiza, lo insulta y lo ignora; doña Amalia García pide "borrón y cuenta nueva" y "olvidar todo", como si no supiera de qué material están hechos.
Total, que el PRI regresa al poder mientras la derecha se diluye y la izquierda se destruye.
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