Este miércoles algo molestó profundamente a doña Josefina Martínez, vecina de la calle Escobedo, al grado que la llevó a arrojarse al piso e impedir el paso de la maquinaria pesada que removería las banquetas como parte de las obras preliminares para construir el Paso Inferior Vehicular “D3”. Josefina afanosamente defendía las banquetas de sus vecinos, pues la maquinaría aún no removía la suya. Y es que lo que detonó su molestia, según dijo, fue que el Ayuntamiento se había comprometido a mostrarle un estudio que avale el porqué necesariamente la obra se tiene que hacer sobre esta calle, pero nunca fue así, tampoco se realizó la firma del convenio donde el Ayuntamiento se comprometa a responder por alguna afectación a las viviendas. Para Alejandra Rangel, otra de las vecinas molestas, falta formalidad por parte del Municipio respecto a los compromisos de pasadas reuniones. Alejandra también tuvo un altercado con una policía porque esta última se molestó cuando la primera tomaba fotografías. Según Irving Valenzuela, otro vecino, fue apenas el martes que el secretario del Ayuntamiento, Jorge Torres, les aseguró que no empezaría la obra hasta firmar el acuerdo. “Nos mintió, pues hoy empezó ¿cómo vamos a creerles?”, cuestionó. No obstante aparentemente existe falta de comunicación entre las autoridades municipales, pues el director de Obras Públicas, Manuel Gerardo González, dijo que a él nadie -ni ciudadanos ni otra autoridad- le han pedido el análisis del costo beneficio que justifica la obra en dicha calle, mismo que fue realizado por la empresa Euroestudios, entregado en diciembre de 2008 y que costó 540 mil pesos. “Estoy en la mejor disposición de explicarle a los interesados y mostrárselos, entendemos que la obra cause molestia pero precisamente porque pensamos en ellos se modificó el proyecto original”.
