Un puertorriqueño que trabajó como carnicero fue hallado culpable de asesinar y descuartizar a su jefe, y de meter las partes del cadáver en una bolsa antes de colocarlas en las esquinas de las calles para que fueran recolectadas.
Un jurado en la Corte Suprema del estado en el Bronx determinó que Víctor González es culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de Wilfredo Pinto, en el 2006.
Los dos trabajaron juntos en la reparación de tejados para dos empresas distintas, y Pinto había sido supervisor en uno de los empleos. González había trabajado como carnicero en Puerto Rico, antes de mudarse a Nueva York.
Los fiscales dijeron que ambos discutieron y González mató a Pinto con un martillazo.
González, de 46 años, alegó que actuó en defensa propia, pues Pinto lo había molestado y maltratado. La defensa señaló que apelará el fallo, por el que González podría ser condenado incluso a cadena perpetua.