Roma, italia.- Todas las personas desaparecidas por los derrumbes causados por el terremoto en Italia han sido encontradas ya, la mayoría muertas, por lo que, según los bomberos, no se buscan cadáveres, aunque se prestará atención durante la retirada de escombros por si aparece alguno.
Los bomberos, según dijeron a los medios locales, no creen que debajo de los escombros pueda haber, siete días después del terremoto, personas vivas, ya que consideran que más de cinco días no resiste un cuerpo humano.
Con la muerte, ayer en un hospital de Téramo de un hombre de 59 años, el número de personas fallecidas debido al terremoto que sacudió el pasado 6 de abril la región central de los Abruzos asciende a 294, mientras la tierra volvió a temblar ayer varias veces en la misma zona de los Apeninos.
El hombre fue rescatado de entre los escombros en grave estado y trasladado a un hospital de la cercanas Téramo, donde estaba ingresado en reanimación.
De entre los escombros también ha sido recuperados en estos días con vida un total de 150 personas, la última la joven Eleonora Calesini, sacada de entre los cascotes el pasado miércoles, 42 horas después de quedar sepultada.
Una vez que todo parece indicar que ya no hay más fallecidos, se ha comenzado a investigar, por orden de la Fiscalía de L'Aquila, a qué se ha debido tantos derrumbes y si ello fue causado por una mala construcción, en la que no se respetó la normativa antisísmica.
Los primeros controles se han efectuado ya en las destruidas Casa del Estudiante -una residencia de estudiantes, tipo colegio mayor donde fallecieron ocho jóvenes- y el Hospital de San Salvador.
Según publicó ayer el diario "Corriere della Sera" las sospechas sobre anomalías en las construcciones se han hecho realidad y los peritos nombrados por el fiscal han descubierto que los pilares fueron fabricados con una cantidad de hierro menor a la que obliga la normativa y por lo que no resistieron el temblor de 5.8 grados de magnitud en la escala Richter de la madrugada del día 6.
Según los peritos, siempre según las mismas fuentes, si las reglas antisísmicas hubieran sido respetadas el número de edificios derrumbados hubiera sido menor, así como el de fallecidos.
Mientras tanto, los sobrevivientes del sismo buscaron consuelo en medio de la tragedia que arrasó sus poblaciones y mató a cientos de personas, al asistir a misa de Pascuas el domingo en capillas improvisadas en toda Italia central.
El premier Silvio Berlusconi, quien asistió a una misa para rescatistas y voluntarios en L'Aquila, dijo que la emergencia había pasado, pero que la mayoría de las personas desplazadas no sabrá durante varios meses si pueden regresar a sus hogares.