Durante la campaña para las diputaciones federales, poco se escuchó a los candidatos hacer propuestas con contenido local, en temas apremiantes para La Laguna. Como se publicó en El Siglo de Torreón, las plataformas de los aspirantes no presentaban una agenda enfocada en acciones concretas sobre asuntos urgentes para la región como agua, desarrollo económico o infraestructura.
Ahora, con las constancias de mayoría en la mano, los diputados federales electos por La Laguna deben presentar una agenda que apunte a las demandas de esta región, para que en la Cámara de Diputados puedan ser representantes efectivos de las necesidades de los laguneros.
Después de la elección, los nuevos legisladores hablaron de una agenda que llevarán a San Lázaro, pero su contenido se antoja un compendio de generalidades.
Miguel Ángel Riquelme, diputado electo por el distrito 5, habla de “reorientar” el presupuesto federal par atender la emergencia económica por la que atraviesa el país y combatir el subejercicio de recursos que tanto critica el PRI al Gobierno Federal.
Héctor Fernández Aguirre, ganador en el distrito 6, ofreció organizar un foro sobre la problemática del agua en la región. El ofrecimiento es positivo, pero si algo ha tenido La Laguna en los últimos años han sido foros de discusión sobre el agua, sin pasar luego a acciones concretas. Como se publicó ayer, soluciones al problema del agua se han tratado en el consejo de la Zona Metropolitana sin que se haya reportado ningún avance en los estudios sobre el estado de los mantos freáticos y el abasto de agua. Un foro más no es solución suficiente.
Ricardo Rebollo, quien representará a Gómez Palacio y Lerdo, ofreció como prioridad impulsar la creación de un sistema de guarderías para mejorar el control sobre ese servicio tan necesario y una ley para combatir a los agiotistas.
Las propuestas de Rebollo son quizá, las más concretas, pero al menos en el primer caso lleva a pensar que si la tragedia de Hermosillo no hubiera sucedido, el diputado electo no hubiera hecho el planteamiento. Es decir, su propuesta es más reactiva que proactiva.
El amplio margen de victoria con que los tres diputados electos ganaron en sus distritos les da un mandato claro para llevar a la Ciudad de México, pero también les da una enorme responsabilidad. El Congreso de la Unión es una de las instituciones más desprestigiadas del país, los diputados y senadores son los políticos menos confiables, según las encuestas. Se les ve como oportunistas y centrados en su propio beneficio. En sus manos está cambiar esa impresión.