C-Dc/ Back in black
Me imagino ser joven en el verano de 1980: la música disco pudriendo la radio, tu ser no compraba la ideología punk y el metal británico tal vez era lo tuyo aunque que ni por la cabeza te pasaba que vestir de cuero era un estilo basado en la cultura gay.
Pues ese verano donde no pasaba nada de repente, y sin saber de dónde, se empezó a escuchar el sonido constante de unas campanadas, y al momento de escucharla por sexta ocasión una guitarra hipnótica atrapaba tu mente.
De repente entra el contratiempo, el pedal y el bajo, y cuando menos lo piensas ya estás condenado al infierno, las campanas suenan por ti y ya no existe escapatoria, y observas que el guía que te lleva al averno es un huracán llamado Brian Johnson.
La canción es Hells Bells, y lo que tienes frente a ti es un disco de portada negra en cuyo título se lee Back in Black. AC DC ya era una de las bandas favoritas del ambiente del Heavy Metal de finales de los años 70, pero al dar luz al primer álbum posterior a la muerte de su vocalista Bon Scott, el quinteto australiano de alguna forma encuentra en el estudio esa chispa divina que sólo cada 10 años se da en el Rock and roll, y muestran ya no solamente a los seguidores del Metal, sino al mundo, lo que es el Rock crudo, sin filtros, sin condimentos y al natural, creando himnos universales acordes a la energía, potencia y rabia de la naturaleza humana.
La melodía que da nombre al álbum, Back in Black, con su clásico riff de entrada, nos invita a volvernos inmortales, a tener nueve vidas y demostrar que el mundo no puede contra uno.
Y si hablamos de himnos You Shook me Up es la mezcla perfecta de energía y alegría, una canción que nos muestra el sentir de haber convivido toda la noche con la mejor mujer con la que te hayas podido topar en toda tu vida, y en lo personal añado que esta canción siempre la he visto como un tributo a la vida, en donde la voz de Brian Johnson se escucha más rasposa que nunca.
Aparte de estos tres clásicos que se inmortalizaron en el inconsciente colectivo de la cultura Occidenal hasta que sea el fin de sus días, Back in Black nos presenta otras joyas como What do you do for Money, donde el protagonista puede ser cualquiera y no una prostituta, Given the dog a bone, donde nos recuerda que ante el llamado natural nadie es un crítico de la belleza; Let me put my love into you, otra cátedra de riffs hipnóticos con otra letra ampliamente sexual y finalmente un final digno de esta obra de arte, Rock and Roll Ain’t Noise Pollution, un himno al estilo musical por excelencia de la humanidad de finales del Siglo XX.
Back in Black vas más allá de ser el segundo album más vendido en la historia, sólo detrás de Thriller de Michael Jackson, y de cargar con la etiqueta de un clásico, ya que es el legado de una banda que no tiene género, ¡ellos son un género!, atemporales y capaces de sobreponerse a la muerte.
Sólo nos queda esperar su visita a tierras aztecas el próximo noviembre.
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