BIG WHISKEY AND THE GROO GRUX KING / DAVE MATTHEWS BAND
¿Cómo entrarle al nuevo disco de Dave Matthews Band?
Eso pensaba yo hace tres meses, porque cada vez que escucho uno de sus discos (no digamos los que son en vivo porque eso es hablar de un estado mental), sé que me enfrentaré a una fusión musical donde las raíces de jazz, world beat, o rock quedan atrapadas en el inconsciente de una música donde el término fusión trabaja para ésta, y cuyas letras de un antiguo bartender marcadas de amor, angustia, comprensión, rabia, espiritualidad, duda, y cuestionamientos hacia lo que representa Dios y la muerte lo han hecho el songwriter estadounidense más respetado, analizado, comentado los últimos quince años.
Siguiendo la tradición de gente como Dylan y Sprigsteen, Big Whiskey and the Groo Grux King marca el regreso de la banda de Virginia después de cuatro años y de un álbum flojo (Stand Up), pero con la entrada de la cuarta década para David John Matthews y la pérdida de su saxofonista LeRoi Moore, DMB tomó la esencia de su música.
Abrazo la muerte de una de sus cinco ramas y estallo de nuevo en un mundo en donde sus notas irremediablemente, de nuevo, vuelven a ir más allá del culto, de los estándares comerciales, de la psique estadounidense y del juego que es la vida.
Prácticamente al comienzo encontramos Shake me like a monkey (con un magnifico intro de Sax que corrió a cargo de Jeff Coffin), donde Dave nos recuerda que ni Dios ni el diablo juntos pueden emular las sensaciones que te provoca una mujer cuando te estás enamorando.
En Funny the way it is las contrariedades y el sarcasmo de la vida son la pauta a seguir, utilizando frases como "Somebody's heart is broken and it becomes your favorite song", lo que nos demuestra que el gozo de unos nace del dolor de otro.
Lying in the hands of God es pertubadora, como su guitarra clásica y flauta en una letra de comprensión. Why I am representa amar y defender lo que te hace ser lo que eres, mientras bailas al ritmo del groove con el Rey Groo Grux.
Dive In es aventarse a una alberca sin agua. Squirm es cruda en todos los aspectos en donde lo que llamamos sueños pueden ser ataduras que nos condenan, nos matan antes de la muerte.
Alligator Pie es un galimatías campirano y divertido en donde coexiste el caos y la armonía. Lo mejor viene al final del álbum en Time Bomb, con sus cambios de ritmo; Dios, Jesús y temores, tal vez la letra menos digerible de Big Whiskey and the Groo Grux King.
Le sigue Be my Baby, antepenúltima canción que con guitarra acústica es una maravilla si amas, y de ser así, probablemente esta rola te hará llorar.
Termina you and me, invitación a la pareja a perderse, volar, ir mas allá, amarse aún cuando los hijos se vayan.
Recuerda que Dave Matthews Band no es sencillo ni tradicional, igual que este álbum, pero ya adentrado jamás podrás dejar de oírlos.
