La Tariácuri
Quieren sufrir, quieren llorar, quieren añorar, escuchen a Amalia Mendoza, ninguna, pero ninguna mujer he escuchado yo que interprete las canciones con el sentimiento que ella lo hacía, ya que simplemente cada vez que escuchas una canción interpretada por ella era fácil imaginar cómo ella misma se habría el pecho, se sacaba el corazón, y lo ponía en el piso o sobre una mesa, para que el enamorado en turno lo hiciera pedazos como mejor le placiera, lo pisoteara o le prendiera fuego, mientras la pobre Amalia no hacía más que ver y llorar.
Yo sé que tenemos a Lola Beltrán, pero al escuchar a Amalia nos percatamos que dentro de nuestro ser existía una fibra que nos desgarra por dentro y ni cuenta teníamos que existía, ya que a pesar de que las canciones de Don Cuco Sánchez, José Alfredo Jiménez, Tomás Méndez, entre otros, las hemos escuchado en gente tan grande como Miguel Aceves Mejía o Pedro Infante, en lo personal considero que al escucharlas en la voz de la michoacana entran estas melodías en su dimensión más emotiva y triste.
Por desgracia no existe mucha información biográfica de Doña Amalia, más que las típicas referencias de su carrera profesional, omitiendo las personales, lo que nos hubiera enriquecido mucho al saber la fuente emocional del porque de su estilo de canto, el cual de alguna manera se encontraba en la frontera entre lo sincero y lo sobreactuado.
Todavía recuerdo aquellos programas de “Qué Bonita es mi Tierra” en los que trabaje hace años en Radio Torreón a las seis de la mañana, en donde tuve la fortuna de conocer a la canción mexicana y… entre varios intérpretes, a Amalia Mendoza, así que ya se imaginaran el impacto que fue para mi descubrir melodías como Sufriendo a Solas, Échame a mi la Culpa, Cuando nadie te Quiera, Fallaste Corazón, Que seas Feliz, Cuando el Destino (que bonita es la venganza cuando Dios nos la concede), Que manera de Perder, y un largo y emotivo etcétera en la voz de esta mujer.
La canción mexicana de la mitad del Siglo XX es básicamente desamor, el tema universal, así que si eres joven y tienes partido el corazón por un desengaño escucha a Amalia Mendoza, sobre todo si tienes depositado el amor en la persona equivocada. La siguiente semana les prometo que volveremos a reseñar Rock and Roll, una disculpa por la libertad que me tome el día de hoy.
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