DE LA MALDAD EN EL ROCK AND ROLL
Cuando era niño en los 80 había dos creencias populares que te vendían como parte la cultura del miedo social, la primera era que en cualquier momento un general ebrio en Moscú o un político megalómano en Washington apretarían un botón rojo que dispararía una bomba atómica que caería en tierra del enemigo y en ese momento sería el fin de la humanidad.
El segundo era que el rock, o casi todo el rock, era en realidad un plan del mismísimo Demonio para convertirte en uno de sus adeptos, y así renegaras de Dios, consumieras drogas y anduvieras en ritos satánicos.
Y pues si, te encontrabas con toda la parafernalia visual de bandas como Kiss, Motley Crüe o Iron Maiden, rostros pintados, pentagramas invertidos y canciones que invocaban gritarle al diablo. Aunque claro, estas bandas sólo las escuchaban los adolescentes arriesgados, uno como simple mortal a mediados de los 80 apenas escuchaba melodías de los Hombres G como Martha Tiene un Marcapasos Devuélveme a mi Chica, que decían maldiciones, proclamaban venganzas y hacían referencias gore sobre corazones que literalmente explotaban, en alegres composiciones de rock pop.
Llegaron los documentales promovidos por las asociaciones de la buena moral y allí me entere que Los Beatles eran satánicos, al igual que Los Rolling Stones, y grupos viejitos que ni yo conocía, ah pero como me llamaría la atención sus portadas, sobre todo la de un tal AC DC con una persona de la banda que traía colita de demonio y cuernos (Mr. Young). También era trágico descubrir en estos documentales que los discos que tenía mi papá de Santana y Led Zeppelin seguro me condenarían.
Pasó el tiempo, y al nacer los 90 se empezaron a descubrir las intenciones satánicas de Gloria Trevi y Juan Gabriel por medio del Backmasking, es decir, la técnica de estudio de grabar los sonidos a la inversa en una pista que corre hacia delante, todo para propagar de manera subliminal, directamente a tu inconsciente, odas al llamado "Rey de las Tinieblas", que no era precisamente Ozzy Osbourne, situación que se presenta hasta la fecha en acusaciones similares con música de RBD, HSM o a la del mismo Don Omar.
Lo cierto, es que en la historia del rock se ha jugado con el concepto de maldad, ya sea para llamar la atención, o para juzgar y criticar seriamente a la religión como institución y a la derecha conservadora.
Por otro lado, no podemos negar la fascinación por el ocultismo de gente como Jimmy Page, y el seguimiento de esta cultura por varias bandas de Black Metal, aunque como contraparte, si le quisiéramos buscar, nos encantaríamos con el rock cristiano.
Lo cierto, es que varias bandas de rock han sabido utilizar a la maldad institucional como un elemento de rebeldía y antagonismo a lo políticamente correcto, aparte del impacto visual.
Adentrándonos un poco, creo que el Rock'n Roll, como cualquier arte, manifiesta la bondad y la maldad como elementos en constante lucha que están en el interior del artista.