Los militares fueron esposados y atados de pies, dentro del vehículo deportivo.
Un subteniente del Ejército Mexicano fue asesinado junto con otro hombre, al parecer también oficial del 33 Batallón de Infantería de la XI Región Militar. Los militares fueron encajuelados en un auto compacto del que escurría sangre y fue abandonado en la colonia Durangueña, en el conflictivo sector del poniente de Torreón.
Escurría sangre
En el asiento trasero y la cajuela de un auto Chevy color blanco con arreglos deportivos, amanecieron los militares sin vida. Vecinos de la Durangueña reportaron al servicio de emergencias 066 el vehículo a las 7:40 horas, ya que tenía los vidrios delanteros abajo, y escurría sangre de la cajuela.
Agentes de Seguridad Pública de Torreón fueron los primeros en llegar y confirmaron el reporte anónimo. En la avenida Durangueña y callejón 19, paralelo a las vías del ferrocarril, estaba el auto blanco con dos franjas negras en la parte superior, rines, escape y asientos deportivos, con placas XDJ 8646, del estado de Tamaulipas.
Los identifican
Héctor Martínez Escamilla es el subteniente del Ejército Mexicano que fue identificado por oficiales que acudieron al lugar de la ejecución e inspeccionaron el vehículo sin tocar nada. Más tarde identificaron al sargento primero, Ulises Toto Hernández. Según el resultado de la autopsia, murieron por golpes; un auto les pasó por encima de la cabeza. El sargento estaba en el asiento trasero con los pies recargados en la ventana, maniatado. El subteniente estaba boca abajo, esposado, atado de pies, con la cabeza y las piernas levantadas, posición irregular que adoptó el cuerpo dentro de la cajuela.
Guardan Silencio
Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) manifestó que no se emitiría ningún comunicado sobre el crimen contra el oficial identificado y la otra persona, pero extraoficialmente fueron confirmadas las identidades de los oficiales del Ejército.