Pues sí, mi querido amigo, no me agradó ver a Felipe Calderón en la inauguración del Encuentro Mundial de las Familias.
-¿Por qué pena, si es nuestro presidente?
-Por eso, amigo, porque es el presidente de México, pero no me gustó verlo junto a los grandes jerarcas de la Iglesia Católica; obispos, arzobispos, ministros y representantes del Papa, creo que no era ése su lugar y cero que no supo comportarse como primer mandatario de la nación. -Bueno, él es católico, y estaba muy contento, recordó a su santo patrono, a la Virgen de Guadalupe y a Juan Diego…
-Sí, pero nuestro país no es católico, es y debe ser laico; Felipe puede hacer en lo personal lo que quiera, ir a misa diariamente si desea, pero como titular del Ejecutivo, no puede ignorar a los millones de mexicanos que son evangélicos, o judíos, o musulmanes o ateos; lo que hizo fue un desacato a la Constitución y un desaire a quienes no son católicos.
-Bueno, pero habló de la importancia de la familia.
-Y ahí patinó aún más; es inadmisible que los jerarcas católicos hayan ofendido a los homosexuales “los homosexuales no tienen lugar en la Iglesia Católica”(sic) o a las familias “irregulares” como las calificaron, pero es aún peor que Calderón haya dicho que la violencia, el crimen y el odio “coinciden por desgracia con la fragmentación y la disfuncionalidad que afectaron su entorno familiar”, o sea que en las familias “normales” todo saldrá bien; fíjese, George W. Bush nació y vivió en una familia “normal” y ya vimos los desastres que ocasionó en el mundo en ocho años, en tanto que Barack Obama es producto de una familia irregular, un padre mujeriego, vivió solo, con carencias en su infancia, y ya lo vemos ahora…
-Tiene razón, lástima que en este encuentro “de Familias” se pase por alto la realidad de que una de cada cinco familias está encabezada por una mujer, que las familias “irregulares” son más regulares y responsables que muchas familias “normales”.
-Pero además, no se vale que Felipe Calderón abandone cuando quiere su papel de presidente y sin querer dé más importancia a una de las religiones, lo que supone menosprecio a otras. -Estoy de acuerdo, qué bueno que el presidente es católico, como sus padres, sus abuelos, pero eso se vive “tejas adentro” como decía un maestro mío; hacia afuera, presidente, es el titular de un país laico; pero pasemos a otro punto, ¿qué te pareció la asunción de Obama como presidente?
-Sí, no cabe duda que Barack Obama es un individuo fuera de serie, ¡qué discurso más integrador en su toma de posesión!, no sólo habló de retomar el liderazgo perdido en ocho años de estupideces de su predecesor racista y belicoso, sino que habló del respeto a todos, católicos, protestantes, musulmanes, judíos, todos, e invitó al pueblo norteamericano a superar la discriminación y las etiquetas y los dogmas, y trabajar juntos para poder salir más pronto de esta crisis mundial, Obama sí actuó como presidente, en tanto nuestro Felipe Calderón, brillante en otros momentos, no lo fue en el encuentro Mundial de Familias.
Bien y de buenas Me equivoqué, ¿qué hago ahora?
No somos perfectos, nunca lo seremos, y como todos, podemos equivocarnos.
Cuando nos damos cuenta de una equivocación, que tal vez ocasionó problemas, pérdidas económicas o sociales, ¿qué hacer?
El pasado no existe, no hay forma de que regresemos el tiempo para deshacer lo que hicimos mal o equivocadamente. Pero el presente es el único que tenemos; al aceptar nuestro error, podemos borrar de nuestra mente sentimientos de culpa e ir adelante, esbozar una sonrisa, pensar que hoy será mejor que ayer, y que podremos estar bien y de buenas. Como dijo el cantante: “ya lo pasado, pasado...”
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