La firma calificadora Standard and Poor's (S&P) bajó la calificación crediticia de México al considerar insuficientes las reformas fiscales para incrementar los ingresos no petroleros.
S&P es la segunda firma que reduce la calificación de riesgo a México, pues a fines de noviembre lo hizo Fitch Ratings. Por su parte, analistas de Moody's señalaron que esa firma también se inclina por bajar la calificación del riesgo crediticio que representa México.
La baja fue del nivel BBB+ a BBB en moneda extranjera y de A+ a A en pesos, pero la firma señaló que México mantiene la perspectiva estable.
La Secretaría de Hacienda señaló que México aún se encuentra en "grado de inversión" y ratificó su compromiso para avanzar en la atención de las debilidades.
"Existe un compromiso para transformar y fortalecer a la economía mexicana, garantizando con esto un entorno estable", señaló un comunicado de Hacienda.
En su reporte, S&P señaló que se ven pocas posibilidades de que el país realice una reforma fiscal sustancial para reforzar la economía y que el aumento del IVA y otros impuestos realizado en el paquete económico de 2010 no serán suficientes para compensar la baja de ingresos petroleros.
En su reporte, S&P afirma que "a pesar de los recientes incrementos de impuestos y de las medidas que podrían impulsar sus perspectivas de crecimiento, esperamos que los desafíos fiscales de México persistan durante los siguientes años".
El ingreso federal mantiene una dependencia de alrededor de 40 por ciento en el petróleo, además de que la deuda neta del Gobierno ha aumentado.