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Echan a perder el guiso

El Filósofo de Güémez

RAMÓN DURÓN RUIZ

Cada que platico con las abuelas y los "viejos" de los pueblos, me quedo pasmado por su enorme humildad, será porque saben -y saben bien- que son recipiendarios de muchas lecciones que les han sido trasmitidas por la tradición oral y que han aprendido con su sentido de vida. Ellos enseñan que el mejor tesoro es el que se cultiva a cada minuto de tu día, el cual te conduce a motivarte y darle sentido a tu existencia a través del poder energético del amor, ese que te lleva a redimensionar tu existencia, propiciando en tu visión de vida una actitud mental positiva.

Esas escuelas de vida llamadas abuelas y "viejos" sabios, tienen la sutil fuerza mágica para que, cuando tienes la suerte de que toquen tu existencia, su caricia sea un bien que aligera la carga de tus pesares y algo más importante todavía... esa chispa dura por siempre.

Uno de esos "viejos" sabios, mi amigo Rodrigo Canales, me recordó el antiguo chiste en el que un implacable incendio se desarrollaba en África, miles de cebras, antílopes, gacelas, rinocerontes, jirafas, ñús, leones, chitas, hienas y elefantes corrían desaforadamente en estampida por la sabana; al pasar por unos arbustos, un elefante los hizo pedazos, y una pequeña hormiguita saltó sobre su cabeza, cuando los animales cruzaron el río, su instinto los llevó a detenerse, y una vez disipada la polvareda, la hormiguita, al recorrer el territorio devastado, alcanzó a exclamar: "Pa' su mecha ¡qué desmadre hicimos!".

El comentario anterior viene a colación porque mientras las abuelas y los viejos de nuestros pueblos tienen la sabiduría de hablar con certeza, hay algunos funcionarios del Gabinete federal que manejan el lenguaje irresponsablemente, tal es el caso del secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, quien, en un discurso pronunciado la semana próxima pasada en la Embajada de México en París, durante un desayuno con integrantes de la comunidad mexicana residente en Francia, expresó refiriéndose al narcotráfico:

"El problema es un problema serio, tan serio que le tuvimos que entrar... precisamente lo que estamos haciendo ahorita es atajar el problema de lleno, a costa de lo que cueste. Lo vamos a parar, no hay duda de que lo vamos a frenar... Es evidente que nosotros sacamos el Ejército porque también encontramos una Policía federal desmantelada, un sistema de Inteligencia totalmente desmantelado. Había que entrarle y lo único que teníamos a la mano era el Ejército y la Policía que estamos reconstruyendo".

La pregunta es ¿desde cuándo el secretario de Economía puede hablar a nombre del Gabinete de Seguridad y está directamente involucrado en el problema, si ha sido incapaz de resolver el suyo?

Por otra parte, parece desconocer que en las encuestas ciudadanas la sociedad, por encima del problema económico, reclama una mejor seguridad pública que debe comenzar porque los integrantes del Gabinete no expongan al Gobierno Federal con contradicciones como en las que ha caído el secretario de Economía con la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.

"La fallida defensa" de Gerardo Ruiz Mateos en el tema de seguridad pública nos conduce a una sencilla reflexión: debe haber una voz autorizada en el Gobierno Federal encargada de hacer los comentarios sobre este tema para que no se "atropellen" entre ellos mismos, voz que a nombre del Gabinete de seguridad pública dé "certidumbre a la ciudadanía" de que el combate a la delincuencia va por el camino adecuado, porque como las abuelas de nuestros pueblos afirman y lo hacen llenas de sabiduría: "Muchas manos echan a perder el guiso".

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