Las familias de los productores agrícolas resienten más la crisis económica con el encarecimiento de la vida, además de los altos costos de insumos; asimismo, señalan que los programas federales favorecen más a los ricos.
GUADALUPE VICTORIA
Sólo los productores ricos tienen acceso a los programas federales; el sector social es eliminado de la competencia agrícola.
Guadalupe Victoria, Dgo.- El Gobierno genera mayor pobreza en el campo con su política agropecuaria alejada de un efectivo apoyo a los programas productivos, pues recurre a importaciones de granos que tanto afectan a los productores y procede con desigualdad en la aplicación presupuestal.
Así lo concibe Luis Vaquera, viejo agricultor del ejido Ignacio Allende, tras enfatizar: “Los intentos para erradicar la extrema pobreza en el medio rural y alcanzar un bienestar común han fracasado a través de los sexenios”.
Mentiras. “De tal manera que Alberto Cárdenas Jiménez, secretario de Agricultura (Sagarpa), miente al señalar que la crisis económica no ha tenido una repercusión negativa en el campo. ¿En qué país vive? Tal vez peque de inocente o está totalmente desinformado de la cruda realidad del medio rural”, añade Vaquera
Incluso –comenta- Cárdenas se atreve a manejar un crecimiento del 3.2 por ciento al cierre del 2008, con una producción récord de alimentos de 196 millones de toneladas, pero quienes más se benefician son los ricos, pues los pobres seguirán más “jalados”, añade.
Maquinaria. Los campesinos cada vez pagan más para obtener los insumos, incluyendo el diesel y por cosechas reciben migajas, no recuperan la inversión aplicada en cada ciclo; un pivote central o equipo de riego se cotizaba hace pocos meses en 510 mil pesos, hoy vale 980 mil, “antes ni hoy los campesinos podrán comprar esos equipos, ¿de dónde?”.
La crisis económica los únicos que no la sienten son los políticos y funcionarios de alto nivel; sus sueldos son un insulto para los pobres campesinos. Esa gente no sabe de pobrezas ni sabe cómo ganar honestamente el dinero, denuncia.
Vida cara. Incluso, la vida en el medio rural es cada vez más cara; los alimentos, por el solo hecho de traerlos de la ciudad, el comerciante los vende a otro precio, al incluir fletes y demás refacciones. Por esta pobreza o crisis muchos campesinos dejan el arado para ir en busca de nuevas oportunidades al extranjero u otras ciudades de la República, lamenta.
Para que Cárdenas Jiménez vierta una declaración cierta es preciso que venga al campo y conviva con las familias rurales, para que sepa cómo viven, y no tratar de mostrar una imagen falsa del sector social, platica.
Sólo los productores más ricos tienen acceso a los programas de alta tecnología y pueden resistir las importaciones de granos, pues solamente mermarían sus ganancias, pero a los ejidatarios los desalientan, al dejarlos fuera de toda competencia, concluye afirmando.
Atraso socioeconómico
Falta mucho por hacer en el sector primario del estado de Durango, donde se acentúan la pobreza y marginación:
De acuerdo con datos preliminares del Noveno Censo Ejidal de 2008 determinan que en Durango hay mil 124 ejidos y comunidades con una población de 149 mil 890 ejidatarios y comuneros, de los que 112 mil 405 son hombres y 37 mil 485 mujeres.
Del total de comunidades, solamente 113 cuentan con 197 tractores que utilizan para realizar sus actividades de agricultura, pero el 42.6 por ciento lo hace con vehículos que tienen entre diez y más de 15 años de antigüedad, lo que muestra el rezago en el sector generador de alimentos.
FUENTE: INEGI y Archivo de El Siglo de Durango.