Su sobrino era amigo mío, me había mandado hablar para que la examinara "doña María" (por ponerle un nombre), yacía en su cama, respiraba dificultosamente, tenía las articulaciones inflamadas a consecuencia de una artritis que no había sido tratada adecuadamente, y una fractura de cadera que había sufrido hacía un mes y que no había sido operada pues ella argumentaba no tener para la operación. Al verme entrar con mi maletín en la mano me comentó "Dr. No le cobre mucho a mi sobrino, pues no tenemos para pagarle", mintiendo mi amigo la tranquilizó diciéndole que yo le debía dinero y que de ahí me iba a pagar (aunque por la amistad de mi amigo en realidad yo no pensaba cobrarle nada). Después de examinar a doña María me di cuenta que padecía una neumonía y que necesitaba ser internada a lo que ella se opuso pues volviendo a su argumento de "que no tenía dinero" prefería ser tratada en su propia casa. De nada valieron mis argumentos o los de mi amigo para convencerla de internarse. El hermano de ella que era el papá de mi amigo me solicitó la receta de los medicamentos y del oxígeno que habría que aplicarle. Ya mi amigo me había puesto en antecedentes la paciente su tía era propietaria de dos edificios, uno de departamentos y otro de oficinas así como un buen número de locales comerciales y otras fincas de las cuales obtenía buenos ingresos, amén de que realizaba préstamos con un interés del diez al 15 por ciento y que al verse imposibilitadas algunas personas para realizar sus pagos lograba hacerse de múltiples bienes, sus cuentas en el banco eran jugosas y casi no había día que no se presentara al mismo a hacer depósitos del dinero que obtenía, sólo contaba con dos vestidos, por cierto algo desgastados, no tenía automóvil y se trasladaba en camiones para hacer sus negocios y en raras ocasiones utilizaba algún taxi. A las dos semanas doña María falleció en su casa. Al igual que doña María existen en este mundo muchas personas que aunque sean dueñas de fortunas, están tan apegadas a lo material que no disfrutan de su vida, jamás son dueñas de gastar en sí mismas y piensan que si lo hacen eso es un desperdicio.
Amigos lectores los bienes de este mundo aquí se quedan cuando cerramos nuestros ojos para siempre. Cierto que es importante prever para nuestra vejez, pues conforme avanza nuestra edad las enfermedades van apareciendo como resultado de este evento, y es importante contar con algo de recursos para cuando nos toque el momento, pero es muy diferente al atesorar y no invertir en la persona más importante de esta vida que somos nosotros mismos. Cierto que nos está tocando vivir un momento mundial algo difícil, pero éstos siempre han existido en la historia de la humanidad y los tiempos van y vienen, pero el apego a las cosas materiales es insano cuando sólo los atesoramos y no tienen su máxima utilidad que es la de darnos satisfacciones en este mundo. Existen personas que como dice el dicho "viven para trabajar y no trabajan para vivir", vuelvo a repetir; es bueno prever, y cuidar nuestro dinero no despilfarrándolo, pero también debemos de darle su justo valor a las cosas, y las mejores cosas de esta vida ¡son gratis!, un momento con tus hijos en familia, el caminar al lado de tu pareja tomados de la mano, el ver sonreír a tus nietos, no tiene precio. Date la oportunidad de vivir, disfruta de la vida pues sólo tenemos una, este mundo no es un valle de lágrimas como te han hecho creer a pesar de las penas o momentos de tristeza que lleguemos a padecer, pues a este mundo venimos a ser felices no a llorar, y mientras más felicidad acumules en tu corazón mejor será tu vida y al final de ella podrás sonreír. No guardes ese vestido para una ocasión especial, ni protejas tus muebles para lo mismo, ni tu mejor vajilla o tu mejor loción o perfume, úsalos hoy, hoy es la ocasión especial pues este día es especial ¡porque tienes vida! Hoy disfruta de los mejores momentos pues mañana no sabemos qué pasará, hoy disfruta de lo poco o mucho que tienes pero sobre todo disfruta tu día no te apegues a lo material, nada nos llevaremos, y por último sólo te deseo una cosa ¡qué seas feliz! Comentarios y sugerencias al correo electrónico: