El cine mexicano y su lucha por ser visto
Se espera que en lo que resta del año, ya sea de acción, drama, animadas, documentales o más, 15 cintas mexicanas estarán por estrenarse en nuestro país.
Más de un filme mexicano por semana. Así será el otoño-invierno cinematográfico 2009. Habrá animadas como Triple A, la Película, apocalípticas de la talla de El Último Justo, comedia juvenil en Paradas Continuas y documentales exitosos como Los Que se Quedan.
En total, de acuerdo con datos de las distribuidoras, se esperan unos 15 estrenos nacionales.
¿El problema? Podrían quitarse público uno al otro.
“Pero son las únicas fechas que nos dejan luego de los grandes blockbuster del verano. Es donde pueden meterse nuestras películas”, señala Mónica Lozano, presidenta de la Asociación Mexicana de Productores Independientes (AMPI).
Tan sólo en lo que resta del mes, de acuerdo con datos extraídos de las distribuidoras, llegará Paradas Continuas, de Gustavo Loza, y el largometraje Rabioso Sol y Rabioso Cielo, de Julián Hernández, y reciente ganador del premio Teddy, que se entrega en el marco del festival de cine de Berlín. También se encuentra Los Que se Quedan, documental que muestra lo que ocurre con aquellas familias de los migrantes.
La avalancha de estrenos nacionales se dio desde septiembre, cuando llegaron en fila, entre otros, Me Importas Tú y Tú, con Altair Jarabo; Oveja Negra, de Humberto Hinojosa, y Espiral, de Jorge Pérez Solano.
“Podría ser que hubiera canibalismo, pero la verdad algunas películas vienen con estrenos (número de copias) cortos, van a un determinado mercado, no afectaría en ese sentido”, considera José Carlos García de Letona, vicepresidente de producción de Anima Estudios, creadora de Magos y Gigantes, Imaginum y El agente 00-P2.
En lo que va del año se han estrenado más de 20 títulos. Algunos exitosos como Una Película de Huevos y un Pollo, que alcanzó los 2 millones de asistentes.
Y otras con mala suerte, como fue el caso de Cochochi, que se estrenó dos días antes de ser declarada la alerta sanitaria por la influenza. En caso de concretarse los estrenos faltantes, se habrán lanzado 47 filmes.
Dice Daniel Birman, productor de la exitosa película El Crimen del Padre Amaro (dirigida por Carlos Carrera y protagonizada por Gael García Bernal), que todavía hoy ostenta el récord de asistencia con 5.5 millones de asistentes, y que regresará al cine con el largometraje Daniel y Ana, ópera prima de Michel Franco y que es un relato basado en un hecho de la vida real.
“Ahora lo que debe buscarse es, aparte de un buen número de producciones, que puedan estrenarse de la mejor manera posible. Buscar los mejores mecanismos de distribución y exhibición”. Actualmente, mediante un acuerdo entre productores y exhibidores, un título mexicano se deja dos semanas en cartelera. En la primera tiene pantalla exclusiva. Para la segunda, dependiendo de la taquilla, puede compartir con otro filme.
Por su parte, la película Mordidas, protagonizada por Damián Alcázar donde se refleja la corrupción policiaca, y Morenita, que narra el robo de la imagen de la Virgen de Guadalupe, tendrán la misión, entre algunas otras, de sostenerse de esa manera en cartelera. También está la comedia de humor negro Conozca La Cabeza de Juan Pérez, protagonizada por Silverio Palacios.
El año será cerrado por la animada Nikté, de Ricardo Arnaiz, que se aventará al ruedo el próximo 18 de diciembre, con un respaldo de 500 copias.
Y en fila seguirá Los Fabulosos Siete, la nueva película de Fernando Sariñana (Amar te Duele).
“Lo que intentamos siempre es apoyar al cine mexicano”, comenta Alejandra Robledo, directora de mercadotecnia de Artecinema.
“También nosotros batallamos para encontrar fechas en donde les vaya bien, no tiene oportunidad de estrenarse en verano”, agrega.
De acuerdo con cifras registradas por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), durante 2008 se estrenaron 326 películas, de las cuales cerca de 50 fueron mexicanas.
Los títulos nacionales atrajeron a 13.2 millones de personas, el 6% de la taquilla total registrada de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), que aglutina a distribuidores y productores afincados en el país.
Marina Stavenhagen, directora de Imcine, sabe que el tema de los estrenos nacionales es definitivo. Así que estudia mecanismos posibles para evitar el llamado “cuello” de botella.
Así que lanza una propuesta, que podría sonar descabellada. “Tal vez valdría la pena analizar si nos funcionaría no estrenar las películas mexicanas como se ha hecho, como se hace con las películas del extranjero, los fines de semana, sino cambiar el modo de consumo del público (de este país), con el estreno de nuestras películas entre semana”. Aquí tenemos, pues, el cine mexicano y su eterna lucha por ser visto.