Por lo menos dos caricaturistas reaccionaron a la noticia de la misma forma. Al día siguiente de que el secretario de Salud entregara al presidente Calderón el mapa del "genoma del mexicano", dos moneros pintaron básicamente lo mismo: una escalera helicoidal del ADN, con los peldaños ostentando frases como "Me vale", "A ver si a la otra", "Ahí se va", "Ya le tocaba"
Por supuesto, ello no es cierto
Algo que reveló la investigación fue algo que ya sabíamos, pero rara vez se dice: que México es uno de los países étnicamente más heterogéneos del mundo. Quizá el más mezclado (junto a Brasil). El estudio concluye que el mentado "genoma mexicano" es el resultado de la mezcla de al menos 35 etnias provenientes de Europa, Asia, África y América.
Lo cual debería ser enfatizado, dado que debería representar un orgullo y una fortaleza como nación distinta. Somos fruto de algo más que la supuesta violación de la india por el español, tontería que se sigue repitiendo para justificar quién sabe cuántos complejos de inferioridad y resentimientos bastante estúpidos. Aquí, no en Estados Unidos, es donde se ha dado el crisol de razas. Allá habrá llegado gente de más lugares alrededor del planeta; pero no se mezclan entre sí. Los matrimonios interraciales en la Unión Americana representan menos del 2% del total. Acá el asunto ni siquiera se considera, de tan normal que resulta.
Como era de esperarse, los componentes étnicos varían notablemente dependiendo de la región del país. Los sonorenses (y sobre todo las sonorenses, bendito sea Dios) tienen un mayor componente europeo que los guerrerenses, en donde predomina la herencia indígena y negra. Sí, porque Guerrero y Veracruz fueron los lugares en que los esclavos negros se mezclaron mayormente con la población aborigen.
Se supone que el mapa genómico nos va a ayudar a encontrar males, y curas para esos males, específicamente mexicanos. Lo que urge es que hallen qué cromosoma causa la apatía nacional