La violencia laboral se presenta por abuso de los jefes o compañeros de trabajo, e incluye desde insinuaciones sexuales, hostilidad, humillaciones en forma de insultos, violación, inequidades salariales y despido.
Estadísticas | 82.8% de mujeres casadas ha sufrido violencia emocional, 59.7 por ciento ha padecido violencia por cuestiones económicas, el 48.3 violencia física y 18.9 por ciento violencia sexual.
Sombrerete, Zacatecas.- La violencia más frecuente que padecen las mujeres zacatecanas es la ejercida por el actual o último esposo o compañero, según lo declara el 42.1 por ciento de mujeres casadas o unidas en el estado.
Violencia. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con base en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2006) que informa sobre la violencia contra la mujer en diversos ámbitos, 82.8 por ciento de mujeres casadas ha sufrido violencia emocional, 59.7 por ciento ha padecido violencia por cuestiones económicas, el 48.3 violencia física y 18.9 por ciento violencia sexual. Las agresiones más frecuentes que han padecido las mujeres solteras son emocionales en un 52.9 por ciento, mientras que el 48.4 han sido amenazadas y persecuciones.
Recuento. La violencia también tiene lugar en otros espacios como la escuela, el trabajo, la calle y otros sitios públicos donde se desenvuelve la mujer. De acuerdo con datos del ENDIREH un 56.5 por ciento de las mujeres zacatecanas de 15 años y más han sido víctimas de violencia, ya sea en la relación de pareja o en los otros espacios. La violencia más frecuente es la del esposo o acompañante; el segundo lugar se vive la violencia en la comunidad donde un 23.8 por ciento de las mujeres lo ha sufrido.
Cifras. No se queda atrás la violencia que sufre la mujer en el trabajo ya que un 26.1 por ciento la ha padecido, en tanto que el 14.5 por ciento de las mujeres han sido agredidas por parte de algún compañero, maestro o autoridad del plantel educativo. La violencia comunitaria es cuando personas conocidas o desconocidas ejercen violencia contra la mujer para someterla o intimar sexual o físicamente y sucede en cualquier espacio público o privado: calle, cines, deportivos, casas ajenas o la propia.
Informe. Los resultados de la ENDIREH 2006 señalan que 39.5 por ciento de las mujeres que padecieron violencia en espacios comunitarios sufrieron buso sexual y 90 por ciento intimidaciones. En tanto, la violencia laboral se presenta por abuso de los jefes o compañeros de trabajo, e incluye desde insinuaciones sexuales, hostilidad, humillaciones en forma de insultos, desprecio, hostigamiento, violación, inequidades salariales y despido.
Padecimiento. Esto lo ha experimentado el 26.1 por ciento de las zacatecanas de 15 años y más que trabajaron durante el 2005. Los dos tipos de violencia que destacan en el trabajo son el acoso y la discriminación. En cuanto a la violencia escolar, un 63.4 sufrió humillaciones, un 42.4 agresiones físicas, 14.1 acoso sexual y castigo por negarse a las pretensiones del agresor. En este caso se habla de maestros, prefectos y directores en un 54.1 por ciento de las encuestadas.
DATOS
La violencia que más sufren las mujeres en Zacatecas es la ejercida por el último esposo, el actual o su acompañante de acuerdo con lo declarado por un 42.1 por ciento de las mujeres casadas o unidas.
Un 82.8 por ciento de mujeres casadas ha sufrido violencia emocional, 59.7 económica, 48.3 física y 18.9 violencia sexual. Las solteras padecen agresión emocional en un 52.9 por ciento y amenazas un 48.4.
Un 23.8 por ciento ha sufrido violencia en la comunidad. Un 26.1 por ciento ha padecido violencia en el trabajo y el 14.5 por ciento han sido agredidas por maestro, autoridad educativa o compañero del colegio.
La violencia laboral lo ha experimentado el 26.1 por ciento de las zacatecanas de 15 años y más que trabajaron durante el 2005. Dos tipos de violencia destacan en el trabajo:el acoso y la discriminación.
Machismo sigue de generación en generación
Sombrerete, Zacatecas.- La cultura machista que ha arrastrado Sombrerete por siglos sigue enraizada en muchas comunidades y en muchos hogares de la cabecera municipal. Los datos del Centro de Prevención y Atención contra la Violencia Intrafamiliar en Sombrerete (Cepavif) lo confirman.
El machismo pasa de generación en generación y las mujeres no tienen derecho a estudiar, a apoyar en el sostenimiento del hogar con un empleo a pesar de que el esposo pierda el trabajo, “ya que sólo están para cuidar chamacos y hacer la comida”, señalan los esposos golpeadores.
La cultura libertaria que acaba con esta cruda realidad o cultura negativa que se arrastra del pasado viene enmarcada con el apoyo de la ley y la mujer hoy ya puede denunciar y muchos esposos lo piensan dos veces antes de golpear a su mujer.
Brisia Arlette Ramírez
El Siglo de Durango
