El Corona, la casa de Don Memo

Cambiar de casa representa un cambio drástico, quedarse sin ella lo es aún más. Hoy, el Estadio Corona está a días de dejar de existir, pero la llegada del moderno Territorio Santos Modelo parece amortiguar la pérdida

"Ya fui allá (TSM) y lo vi de frente, se me hace raro; ya estoy impuesto aquí", dice Don Memo 'plantado' sobre el césped que ha cuidado durante 26 años, el del Corona. "Ha sido una historia que nos dejó tristeza, alegría

Es precisamente el campo la especialidad de Don Memo, quien recuerda cómo han cambiado las cosas con el transcurso de los años. "Antes yo sólo lo podaba. Me llevaba medio día, unas 4 ó 5 horas. Cuando llegó la Corona, nos dieron todo lo que necesitábamos. Tractores, tenemos tres, todo lo de mantenimiento. Fertilizantes, nos los autorizan. La directiva nos ha tratado muy bien, el licenciado De Villa, Canedo, Alejandro (Irarragorri)". Ahora, toma a lo mucho una hora podar el césped.

Pero a un mes de que el equipo cambie de casa, y con sólo dos encuentros por disputar en el viejo inmueble de Las Carolinas, Don Memo no sabe qué sigue para él. "Ya me voy a jubilar", dice, a la vez que se agarra de lo que más le gusta, "a lo mejor los muchachos se van a ir para allá, o nos vamos. Todavía no se llega el día. Nosotros estamos puestos, es nuestro trabajo. Cada uno ya sabe cómo se le da el mantenimiento".

 SU TRABAJO: UNA CANCHA DE PRIMERA

"Los jugadores siempre quieren que la cancha esté en las mejores condiciones", comenta Don Memo, "Usted está viendo cómo está ahorita. Les gusta cortito el pasto. Hay que estarle dando mantenimiento. Echarle abono, fertilizante, para que los demás equipos que vengan se lleven una buena impresión de que en la cancha de Santos, no hubo queja", explica con orgullo. Y no está equivocado. Aunque el estadio mil veces se quedó chico para albergar la euforia de la afición albiverde, el campo siempre luce "en su punto".

Don Memo hoy recorre el pasto que ha cuidado como a uno más de sus hijos, su gran orgullo. Sabe que los plazos se cumplen, pero está consciente que la vida sigue.

"No he visto la cancha. Pasamos por ahí y me fijé que la estaban regando, pero no la vi", cuenta sobre el TSM.

 UN NIETO PROFESIONAL

Ya son tres las generaciones que han trabajado en ella, incluso, un nieto suyo hace su lucha por brillar en Primera División. Se trata de José Antonio Olvera, "La Mona".

"Él se crió aquí, en el estadio. 'La Cotorra' (Juan Rodríguez Arellano) lo vio y mandó a Fuerzas Básicas. De coordinador estaba Mauricio (Peña). Lo vieron que jugaba y lo pasaron al cuadro grande. Aquí jugó cuatro torneos. Me decía: 'abuelito, deme chance de jugar un ratito', y aquí jugó (señala la cancha del Corona)". "La Mona" ahora milita en el Toluca tras superar varias lesiones, "ahí va, lo están metiendo en algunos partidos", dice su abuelo.

"Es un orgullo para uno porque él ya fue seleccionado, nomás que es muy triste porque cuando se lesiona, se para un tiempo, y con él fueron dos (lesiones). Apenas llevaba dos minutos aquí con Chivas y se fracturó. Allá lo operaron y ya anda jugando bien", platica.

A sus 23 años de edad, "La Mona" ya le dio a su familia "el orgullo de verlo jugar en Primera División. Él es zurdo natural. Aquí marcó a Cuauhtémoc (Blanco), a 'Cabrito' (Arellano), al 'Negro' Sandoval. Como carrilero, le metió gol a Pumas, en aquella portería", y Don Memo señala al sur.

En los últimos días, los recuerdos no cesan.

"¿Qué memorias tiene del Corona?", le preguntamos a Don Memo, a lo que respondió: "Muchas, porque yo desde que vine a dar aquí traté de llevarla bien con los jugadores, con los entrenadores. Los directivos me han tenido toda la confianza. He trabajado muy a gusto con ellos

Según lo que le han dicho, el día 11 de noviembre se inaugura el TSM y el 12 se tumba el Corona. Don Memo Olvera observa a plenitud su obra. Y con la mirada clavada en el verde, comparte: "El Estadio Corona nos dio muchas alegrías y se nos va a hacer triste dejarlo". Los cuartos que ahí ocupaba como vivienda se han convertido en una bodega del club. Hace dos meses que el estadio ya no es su casa, ahora sólo va por las mañanas y un rato en las tardes. Luego se toma un tiempo para repasar lo que ha sido la afición. "(Antes) había mucha. Tenían ganas de un equipo. Se acabó el Torreón y querían equipo. Ellos siempre están aquí, apoyando. Y esperamos seguir haciéndolo. Aunque allá, es otro 'territorio'".

Por último, Don Memo deja entrever su esperanza de mantenerse vigente en el equipo. "Si nos vamos para allá mis hijos y yo, vamos a tratar de hacerlo lo mejor que se pueda", de lo cual, nadie puede tener la menor duda.