El 11 de enero de 2007, como ya lo había hecho en 2005 y en 2000, escribí un artículo en el que hacía "una modesta proposición, que se realice una Debate Nacional Sobre las Drogas"; éste ha sido un tema recurrente, autoridades, científicos y políticos han propuesto la despenalización de la Cannabis; recordemos que la prohibición del alcohol en los Estados Unidos en el siglo pasado generó violencia y corrupción, pero el consumo no se modificó, y que al terminarse la prohibición cesó la violencia.
Por supuesto que no se puede equiparar la situación del alcohol y la de la Cannabis, pero es preciso reconocer a) que la lucha contra las drogas incluye ésta, la que más se consume, que no tiene los graves efectos que las demás, no es lo mismo "mota" que coca o "crack"; b) que las cárceles del país están rebasadas, llenas de "marihuanos" que en los penales sólo aprenden más formas de delinquir, c) que si se despenaliza el uso de la marihuana, y repito, se despenaliza, no se "legaliza", el control de las adicciones puede ser mejor.
Lamentablemente, en el Debate Nacional que se lleva al cabo en estos días, no va a pasar nada, porque cada participante se monta en su macho y no entiende las razones de quien opina diferente; los que proponen la despenalización argumentan una y otra vez las ventajas de hacerlo, la inocuidad de la Cannabis, incluso la posibilidad de su industrialización con notables beneficios; quienes por otro lado se oponen a la despenalización argumentan con pensamiento provinciano y mojigato sobre los "grandes peligros" que tiene quien fuma un carrujo, y la posibilidad de que adquiera hábitos más graves y perniciosos.
Total, que el Debate sobre las Drogas en la Cámara de Diputados tendrá un destino igual o peor que otros; usted recuerda, estimado lector, los debates que dieron lugar a la Ley del IFE, estériles, inútiles, ríos de tinta y de saliva que no sirvieron para nada, porque hoy tenemos una ley mucho peor, atentatoria de los derechos humanos, que causará, como veremos, más problemas que beneficios en las elecciones de julio.
Los mismos legisladores gastaron mucho dinero y tiempo en los larguísimos debates de la Reforma energética, que terminó siendo una ley de Pemex, mocha, inútil, retrógrada, fruto de un nacionalismo primitivo, que hoy, cuando se sabe de la construcción de la nueva refinería, demuestra su inoperancia.
La Reforma del Estado duerme el sueño de los justos, la Reforma Laboral se pierde en "comisiones" en donde no se hace nada sino grilla barata; parece que los legisladores están sólo para perder el tiempo, ahora con el pretexto de analizar si despenalizan o no la Cannabis.
En varias ocasiones he señalado lo que se debe debatir sobre la marihuana: primero que nada, despenalizarla, no se puede seguir criminalizando a quien se da un "toque" y tiene tres carrujos en la bolsa; luego, abrir el camino para, libre de prejuicios, industrializarla, darle un adecuado uso medicinal y lúdico y permitir que sea fuente de ingresos legítimos para quienes la cultivan.
Una y otra vez, las autoridades de salud han hablado sobre las miles de muertes que causa el alcohol, pero el alcohol se vende en todos lados y su uso no está penalizado; si se despenaliza la marihuana, no habrá más muertos en el país, sólo habrá menos reclusos en las cárceles, menos extorsionados por los policías y menos narcomenudistas en las calles.
Pero en la Cámara de Diputados, no se llegará a nada al respecto, y si no, al tiempo.