La nota en La Laguna para el domingo será conocer quién obtendrá el triunfo en las elecciones a alcaldes en Coahuila, particularmente Torreón, ya que es la elección que tiene los márgenes más estrechos (6.1 puntos de ventaja para Eduardo Olmos del PRI sobre Jesús de León de Acción Nacional) ya que en los otros municipios, quizá lo atractivo es de qué tamaño es la victoria del tricolor que pudiese andar rozando los 75 puntos en Saltillo y Monclova. Ni duda cabe entonces, todos los ojos están puestos en el resultado electoral -quizá el lunes ya el tema será el partido del Santos ante el Chivas-.
Sin tratar de meterse mucho en el trillado análisis del por qué lo más probable es que el PAN entregue el bastión que le quedaba, léase Torreón, existe un tema que por ser aprobado el día de ayer por el Cabildo de Gómez Palacio debe ser contextualizado y se puede decir, denunciado a la opinión pública. Contextualizando. Desde hace meses el Ayuntamiento de Torreón ha estado tras la aprobación de un crédito bancario de alrededor de ciento cuarenta millones de pesos, argumentando que ese dinero es para cumplir con la parte que le toca en el pago de obras que debían pagarse con el Impuesto Sobre la Nómina.
Pasaron las semanas y por supuesto que hubo críticas serias por el desempeño de la Administración de José Ángel Pérez, alcalde de Torreón, que durante su gestión cada vez ha sido más cuestionado en la eficiencia de su quehacer y el de sus colaboradores, por lo que causó honda molestia que en un último tramo de tan vapuleada gestión, se atreviera a dejarla endeudada.
Todavía más, al ser el Municipio gobernado por un panista, y con un Congreso local priista, complicaba que la anuencia que los diputados locales tienen que darle a los ayuntamientos de endeudarse, enredara las cosas. Tan fue así que no se permitió que Torreón recibiera el préstamo antes de las elecciones. La conclusión es el malestar que el crédito ha causado en la Administración panista. Sin embargo, como se mencionaba en líneas arriba, cruzando el Nazas también hace aire, y mucho. Resulta ahora que el Ayuntamiento de Gómez Palacio se apresta para solicitar también un crédito, pero de 252 millones 807 mil 377 pesos. Además, ni siquiera se han molestado en informar cuál será el destino de ese dinero. Se ha argumentado que se tiene una caída en los ingresos municipales de acuerdo a su presupuesto de 90 millones, pero no indican cuál sería el destino de los 162 millones restantes del total del empréstito que están por requerir.
Es una verdadera desfachatez lo que está ocurriendo en Gómez. Una Administración que empezó con una cara distinta, con un Ricardo Rebollo, presidente municipal que mostraba un vigoroso trabajo de mucho contacto con sus gobernados y con la intención de rescatar a su ciudad de rezagos históricos, está terminando por convertirse un verdadero desorden absoluto, donde los abusos, "aviadores", trinques, están por doquier, de ahí que tengan que pedir ese monto para tapar el tremendo quebranto que hay en la Tesorería de tan importante Municipio.
En mala hora Rebollo fue colocado en la carrera por la sucesión al Gobierno del Estado, de haber podido llevar una alcaldía histórica está terminando en un fiasco como el de su antecesor Rendón, ya que tuvo que dejar el cargo para irse de diputado federal a competir con Jorge Herrera Caldera, que a todas luces está más cercano al dedo elector duranguense, o sea, el gobernador Hernández. Qué pena que todavía puedan suceder estas cosas con tanta desvergüenza, no es justo lo que le está pasando a Gómez Palacio. Habrá voces que van a pedir el retorno de la familia Herrera a gobernar, porque entre Rendón y el hueco que dejó Rebollo con su partida, parece que quieren dejar a esa comunidad como un rancho grande.
