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El destape

GILBERTO SERNA

Los grupos de poder en este país, siguiendo aquel refrán que puso en práctica Vicente Fox de que al que madruga Dios lo ayuda, han decidido, en esta época en que la política y los que la practican se encuentran en el peor de los desprestigios, si es que alguna vez tuvieron una buena reputación, destapar los nombres de las personas que se cree tienen los mayores méritos para figurar como pretendientes de uno de los más fuertes partidos políticos de antaño a la Presidencia de la República. Usaron como vocero a un corredor de largo alcance experto en demostrar que la distancia más corta entre dos puntos no siempre es la línea recta, es decir, al ex candidato a la Presidencia de la República, Roberto Madrazo Pintado. Al parecer ya les anda por empezar a quitarse las tradicionales capuchas, aunque en este caso no ha sido sorpresa el que una vez levantada una de ellas haya quedado un reborde interior por encima de la parte frontal. Dándonos cuenta que el abultamiento correspondía a una cresta de cabello engominado, al puro estilo de Elvis Presley. De lo que se sabe es la hora de los gobernadores, como posibles sucesores del poder presidencial que no quieren esperar a que el actual presidente cumpla sus seis años de Gobierno como lo ordena la Carta Magna.

Es aún muy temprano y hace un frío que hace temblar las corvas a los acelerados. El ocupante de Los Pinos, en el pasado, no permitía que durante el tiempo que duraba su periodo se abrieran las pujas a favor o en contra de los calefactos, pues eso le suprimía capacidad de mando durante el tiempo que le restaba al frente de la oficina. Los reflectores que lo acompañaban dejaban de enfocarlo para hacerlo en otra dirección. En la actualidad hace rato que los potentes focos están apagados. Los días fastos en los que su presencia hacía suspirar a los recién llegados, quedaron atrás, pues lo primero que se les enseñaba era que un gesto suyo bastaba para que se abrieran las puertas de la gloria o del camino empedrado que conducía a los apretados infiernos. De él dependía el éxito o el fracaso de los que medraban a la sombra del Gobierno, que les podía acarrear una vida sin preocupaciones o bien el infortunio, bastando un ademán, una palabra, la de un dios. En estos días los reflectores han ido cambiando el rumbo hacia las cámaras legislativas. Las encuestas a las que son tan afectos los políticos, tercamente lo empujan para que se vaya cuanto antes. Apenas está cumpliendo su tercer año de Gobierno, cuando, todo parece indicar, que se le viene el mundo encima.

No han ayudado a gobernar, es obvio, la crisis económica, el desempleo y la inseguridad pública, pero eso sí, exigen. Eso todos lo sabemos, pero son más tercos que una mula, todo lo critican. Quizá lo más sensible para el pueblo, que lo tiene parado de uñas, sea que no se haya arrostrado con eficacia los grandes desafíos que azotaron al país en el volátil entorno económico, político y social. Esto ha provocado una profunda molestia popular, aunque cabe decir, en honor a la verdad, que la situación que encara el país no es responsabilidad de un solo hombre, pues no se da el caso de que sea una dictadura, o monarquía absolutista o presidencia priista de antaño, en cuyo caso sí se les podía atribuir una plena culpa por un mal desempeño en su trabajo. En la entrevista que publicó el día de ayer este periódico, se llega a la conclusión de que el presidente Calderón ha hecho menos de lo que se esperaba de él. De donde cabe esperar que los grandes nubarrones que le impiden avanzar sigan ahí, pues hay un 54.9% que piensa que la economía del país ha venido empeorando, considerándose que el Gobierno lleva al país por un rumbo equivocado.

Los lectores de El Siglo de Torreón se preguntan sobre ¿qué pasaría ante la posibilidad de que, por cualquier causa, falte un presidente en funciones? Esto, les contestaría, sin lugar a dudas, provocaría un caos político, desatándose una tormenta de pasiones, por lo que no quisiera tocar el tema sin antes advertirles que no creo que se dé el caso, pues no hay antecedente reciente que indique cómo es que esto pueda llegar a ocurrir. Lo más cerca fue el asesinato de Álvaro Obregón, que era presidente reelecto. Aunque puedo decir, por mi formación jurídica, que hay disposiciones legales que prevén la falta absoluta de un mandatario, si sucede dentro de los dos primeros años de su mandato, hará que se convoque a nuevas elecciones, en tanto, cuando ocurra en los 4 años siguientes, el Congreso de la Unión designará un presidente substituto que deberá concluir el periodo que quedó vacante. Se hace mención especial a que un presidente, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común. En estos días en que inicia su tercer año de Gobierno, lo que se puede decir es que a pesar de los augurios en contra, de los opositores al régimen, el presidente Felipe Calderón Hinojosa goza de cabal salud, por lo que terminará su periodo constitucional a pesar de que haya a quienes se les queman las habas por ocupar su lugar, quitándose las caretas y mostrando sus caras codiciosas, sin importarles un ardite el lío que sean capaces de generar.

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