Hace unos años, un individuo enajenado "mandó al diablo" a las Instituciones, sus insultos y exabruptos causaron sorpresa, luego ira, y actualmente causan risa, así como vergüenza por la forma como él manda al diablo a sus seguidores, y da órdenes como Zar ruso a sus incondicionales para que se plieguen a sus deseos por absurdos que sean.
Pero en eso de "mandar al diablo", ahora nos damos cuenta que han sido las Instituciones y quienes en ellas y de ellas viven, las que por años nos han "mandado al diablo", los ciudadanos no somos tomados en cuenta sino para que cada tres años vayamos a votar; nos han "mandado al diablo" ignorando nuestras necesidades y carencias, despreciando nuestros reclamos y exigencias, soslayando la responsabilidad que tienen para con 105 millones de mexicanos.
Esas instituciones: la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, los Gobernadores, los Alcaldes, etc., han vivido en un mundo ajeno a nosotros; nos "mandaron al diablo" con promesas nunca cumplidas, nos "mandaron al diablo" con planes y proyectos que jamás se hacen realidad; sus mismos sueldos y dietas, absurdamente elevadas en un país con millones de pobres, son ejemplo de que ellos desde siempre nos han "mandado al diablo".
La distancia entre la vida de esos políticos y la de los ciudadanos comunes se ha acrecentado cada vez más, para los políticos es "normal" que tengan residencias lujosas, trajes y relojes de marca, guaruras y guardaespaldas, es normal que vivan como Cresos mientras millones de mexicanos no tienen lo esencial para comer; por decenios nos han "mandado al diablo" y en los últimos años torcieron las leyes, cambiaron las reglas del juego para su beneficio, nos dejaron sin opciones y creyeron que las cosas podrían seguir así indefinidamente.
Pero lo que comenzó como un comentario de café se fue convirtiendo en una corriente cada vez más grande de repudio, los reiterados exhortos a votar generaron la idea de un voto nulo, y entre las muchas ideas, una, de un hombre singular, que frente a la tragedia personal y familiar se ha erigido en líder, ha cobrado tal relevancia que casi podemos estar seguros que las cosas nunca serán igual de ahora en adelante.
Alejandro Martí le dio un giro a la idea del voto en blanco o el voto nulo; con su organización Sistema de Observación para la Seguridad Ciudadana, SOS, propuso el Pacto Nacional Ciudadano, con la convocatoria "Mi Voto por Tu Compromiso", en el que cada ciudadano exigirá que los candidatos se comprometan a trabajar en puntos específicos, como condición para otorgarle el voto.
Como siempre, los escépticos dijeron que un político puede firmar hasta su acta de defunción con tal de salirse con la suya, pero las cosas van en serio; muchos candidatos ya han respondido al llamado de SOS, no todos han sido aceptados, porque algunos se quisieron pasar de listos o se quisieron exhibir a costa de SOS, pero el movimiento va, se siente por primera vez la fuerza de los ciudadanos, y cabe la posibilidad real de que los políticos de los próximos años ya no nos manden al diablo, sino que escuchen, atiendan y resuelvan los grandes problemas que tenemos.
La magnitud del éxito de este movimiento estará en relación con el número de ciudadanos que nos afiliemos a SOS, a la vigilancia que ejerzamos de las actividades de los políticos que ganen las elecciones, y de la presión continua para que esto no sea sólo un acto de buena voluntad, sino un movimiento permanente que le dé el verdadero significado a eso que llamamos democracia.
Raalvare2009@hotmail.com