Embebidos en este clima mercadológico del Día del Amor y la Amistad, se puede pensar que con el amor es suficiente para mantener una relación de pareja estable, pero al parecer el tiempo ha demostrado que no es del todo cierta la frase.
Se puede pensar que en cualquier relación sentimental la presencia del amor es indispensable, ya que se necesitaría amor para que las personas permanezcan juntas. Sin embargo hoy en día nos topamos con vínculos que más allá del amor lo que prevalece es una lucha de poder y deseos de dominar al otro, o incluso existe un gran miedo a la soledad que hace que el individuo esté con la persona supuestamente amada sólo para sentirse segura y protegida. Existen incluso personas que permanecen en la relación sólo por el hecho de aparentar ante la sociedad el tener una "familia bien" acorde con los parámetros de lo esperado por una cultura.
Pero para no desanimar a los enamorados hablaremos de los que verdaderamente aman a su pareja y son capaces de construir su relación en función de las necesidades cambiantes de dos seres humanos que tienen un proyecto en común. Quien no ha escuchado la frase "fulanita se sacó la lotería" o "zutanito se encontró una buena mujer", en primer lugar diríamos que el amor no es como el melate que se marca una cierta cantidad de números esperando que de perdido obtengamos el reintegro. Nada más alejado de la realidad, el amor se va construyendo día con día, se da con el conocimiento de la persona y con la aceptación primero de la no perfección de nosotros para luego aceptar la del otro(a). ¿Qué es el amor entonces? Un psicoanalista muy respetado avecindado en México sus últimos años de vida definió lo que se ama con cuatro características esenciales: lo que se ama se respeta, se cuida, se conoce y se le aprende, en otras palabras el amor es un arte. Contrario a lo que pensamos que el amor es pasión, y un sentimiento infinito de bienestar y que jamás se acabará y no es necesario esforzarse.
Esto último obedece al enamoramiento, que si es cierto, es una etapa del amor pero no lo es todo. Este enamoramiento es al que contribuyen los medios de comunicación y hacen de nosotros un posible comparador más que un actor de nuestra propia realidad, haciéndonos creer que el amor no implica nada más que el puro placer de ser. Cuantos no hemos escuchado a jóvenes y no tan jóvenes decir que sienten que se les acabó el amor porque la persona de sus sueños no es como ellos pensaban, o que después de un tiempo se acabó la llama encendida, o peor aún, los jóvenes que dicen que el free es lo más hermoso y maravilloso que hay cuando en realidad es un engaño, en donde uno no ama a ninguno, sino sólo se sirven de compañía pensando que están intimando.
Volviendo al autor, llamado por cierto Erich Fromm. El amor implica aprendizaje, conocimiento y esfuerzo, seguramente diríamos ¡qué flojera! Pero para nada, este aprendizaje y este conocimiento produce la intimidad, que es lo que realmente hace perdurar las relaciones ya que esta intimidad da como resultado que yo sólo busque la compañía de alguien especial para contar mis problemas, para sentirme acompañado, para compartir mis alegrías y no sólo fijarme en el envase exterior sino llegado realmente a tener un vínculo afectivo perdurable.
No estamos hablando sólo del amor de pareja, hablamos también del amor fraternal, el amor a los padres, a los hijos, a los amigos, para todos ellos implica que la relación se construye.
Por poner un ejemplo diríamos que una amistad crece con las experiencias vividas, con la confianza demostrada, con la intimidad alcanzada y no sólo con juntarse para ver el súper bowl y decir que somos amigos porque le vamos a los Acereros de Pittsburg o porque ahora que menganito se postuló para diputado es mi amigo.
No es el afán desvirtuar una fecha tan importante como el Día del Amor y la Amistad, sino lo que se pretende es contribuir a que se defina el amor en un contexto más amplio y real dejando de lado las ventas de flores regalos costosos, etc., que si bien halaga no es el objetivo principal. Como diría el evangelista Mateo para referirse a Jesucristo: "nadie ama lo que no se conoce".
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