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EL DIVÁN

LIC. JOSÉ ANTONIO MIRANDA HERNÁNDEZ

¡Feliz Graduación¡ ¿Triste Realidad?

En algunos días más saldrá la primera generación de egresados de la universidad.

Dentro de las carreras está incluida la de psicología, de la cual salen un total de 12 alumnos. Existe desde luego una mezcla de sentimientos entre alegría, tristeza y miedo entre otros.

Una inmensa alegría desde luego por terminar un proyecto iniciado hace algunos años cuando las decisiones parecen ser muy sencillas y las espinillas hacen su aparición en el rostro.

Tristeza y miedo porque se pierde seguridad y confianza adquirida al amparo de sus maestros y de su escuela, obviamente el miedo por entrar a una situación desconocida y sin saber qué depara el destino.

Los padres agregan a la situación un logro especial, ya que ellos también se sienten orgullosos e inseguros por el egreso de su hijo o hija de la Universidad. Por una parte llenos de satisfacción y de alivio de haber cumplido uno de los sueños de sus críos y con alivio por ser capaces de mantener algo de billetes en su cartera cada vez más anoréxica a lo largo de 9 ó 10 semestres.

Haciendo un análisis de la situación nos encontramos que en la región existen varios factores para que los jóvenes al egresar les sea difícil encontrar empleo. Uno desde luego es el aspecto económico, esto ha afectado tanto a las empresas como los contratadores de servicios. Debido a que tanto unos como otros han tenido este último año un crecimiento nulo o para ser mas ciertos ha sido un 2009 de perdidas.

Otro factor es el que los graduantes no reciben los conocimientos prácticos de parte de la universidad para ejercer su profesión de acuerdo a las necesidades reales del país, y salen pensando que por el simple hecho de salir van a encontrar trabajo, o por el contrario que salir solo implica hacerlo para engrosar las filas del desempleo.

Un punto más, sería la dependencia del egresado hacia sus padres y su Universidad ya que espera que su Alma Mater lo ubique en un empleo bien remunerado o que los padres serán capaces de brindarle algo debido a que son amigos de Juanito o en su defecto del cultísimo Alberto Rojas, flamante encargado del área de cultura en Iztapalapa.

Desde luego los tres factores son importantes, pero profundicemos un poco sobre los dos últimos que son a final de cuentas los que están a la mano de los estudiantes.

Si mi universidad se preocupó a lo largo de cuatro años porque mis calificaciones fueran de diez, no faltara a clase, le hiciera caso en todo a mis maestros, no tuviera mala conducta y me llevara bien con mi director, será una escuela que promueva la buena conducta y las buenas calificaciones, lo cual es encomiable, pero la pregunta sería: ¿Con eso basta para que el alumno sea exitoso? ¿Es suficiente ser "bueno" para que tenga uno las herramientas necesarias para salir adelante en el mundo actual? Probablemente la respuesta sea negativa, porque tendremos un estudiante capaz de cumplir con las reglas y los estatutos, pero no tendremos a un chavo o chava capaz de evaluar una situación, ser creativo, tomar decisiones o ser más audaz en la búsqueda de las cosas. Estas herramientas se ha comprobado en innumerables estudios que son las que hoy en día necesitan los jóvenes para ser profesionistas exitosos. No sólo en el plano laboral sino en el humano.

El cuanto a la dependencia tendremos a alumnos cómodos que son capaces de "exprimir" a los padres y las universidades aduciendo que pagan los suficiente para que la universidad les cumpla todas sus necesidades y en cuanto a su relación con sus progenitores la demanda será igual, exigiéndoles a éstos qué necesitan para ir a la escuela un coche último modelo o necesitan pagar su ropa de marca que cuesta casi lo mismo que la colegiatura. Obviamente estos chicos no estarán preparados para solucionar problemas que la realidad les presenta, como la tolerancia al jefe, la paciencia ante una situación adversa y la toma de decisiones tan necesaria en el desempeño de una labor.

Ciertamente que habrá sus honrosas excepciones y también la menor posibilidad ahora que hace dos años para integrarse dentro de una empresa, pero se ha puesto a pensar mi estimado lector, ¿Cuantas Universidades se preocupan por formar jóvenes emprendedores capaces de dirigir su propio negocio? Incluso, ¿Generar la necesidad para ofrecer a la sociedad un producto? O ¿Suficientemente creativos para generar soluciones actuales? Desgraciadamente en México hay pocas.

Personalmente me da mucho gusto pertenecer a una universidad que es capaz de propiciar en los jóvenes el interés por cuestionar las cosas, acercar la tecnología de punta, aportar en cuanto a la solución de necesidades sociales, y sobre todo hacer de los jóvenes, personas críticas y preparadas para una realidad difícil pero con la convicción de que existe la capacidad de competir con los mejores y no sólo eso, sino generar empleos por medio de ellos mismos.

Haga una invitación a los padres de familia que analicemos con más calma las ofertas educativas, ya que no sólo importa el nombre sino la calidad académica y sobre todo humana que un programa educativo me pueda ofrecer.

Mi correo electrónico: jose.mirandah@uvmnet.edu

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