"Las mayores utilidades implican los riesgos más graves."
Proverbio chino
O a todo el mundo le fue mal en este 2009. Si bien la economía del mundo está en camino de registrar una contracción de 1.4 por ciento y la de Estados Unidos una de 2.5 por ciento, David Tepper logró una ganancia de 120 por ciento en su fondo de cobertura. Este crecimiento significó una utilidad de 7 mil millones de dólares para su empresa y de 2,500 millones de dólares para él en lo personal.
Habrá voces que custionen a este "especulador" que con su enriquecimiento desmesurado provocó hambre a millones de personas. Ésa es la visión de la economía de mucha gente: si alguien ganó dinero seguramente provocó la pobreza de otro. Pero la economía no es un juego de suma cero. Tepper no sólo no le quitó dinero a nadie, sino que creó riqueza al dar un mejor uso a los ahorros de sus clientes.
Tepper, administrador y dueño del fondo Appaloosa Management que maneja unos 12 mil millones de dólares para distintos clientes, recurrió a la más vieja receta de los inversionistas audaces: compró cuando todos vendían, cuando la crisis parecía infranqueable, cuando no parecía haber futuro.
En febrero y marzo de 2009 los mercados se desplomaban e incluso los administradores de fondos más optimistas, los que se habían quedado en el mercado a pesar de las caídas de 2008 y principios de 2009, empezaron a vender. Tepper tomó el rumbo contrario. Adquirió, por ejemplo, acciones de Bank of America a 3 dólares (que hoy valen más de 15) y de Citigroup a menos de un dólar (hoy se cotizan en más de 3.30).
Mucha gente pensó que estaba loco. Los grandes gurús del mundo financiero pronosticaban una crisis peor que la Gran Depresión. George Soros llegó a decir que la recuperación tardaría 10 años. Al final la apuesta le redituó a Tepper una de las mayores ganancias financieras en la historia.
Para obtener utilidades en los mercados financieros hay que comprar barato y vender caro. Casi cualquier inversionista estaría de acuerdo con este principio en abstracto, pero muy pocos son los que tienen el valor de comprar cuando los mercados están por los suelos. En contraste, también son muy pocos los que venden cuando todos los días se establece un nuevo récord en una burbuja.
David Tepper ha seguido el camino de otros grandes maestros de la inversión en la historia. Muchas de las grandes fortunas del mundo han sido forjadas por inversionistas que han sabido comprar barato y vender caro. Los hermanos Rotschild del siglo XIX fueron notables por su habilidad para entender los ciclos del mercado. Carlos Slim y Warren Buffet se han contado también en tiempos recientes entre quienes han tenido la visión y el valor para actuar conforme a su visión.
La especulación, tan cuestionada por las buenas conciencias, se convierte en momento de desplome en una de las claves de la recuperación de los mercados. Han sido las compras de visionarios como Tepper, Slim y Buffet las que han permitido que los mercados se recuperen en los momentos más complicados. Sin duda en muchas ocasiones se equivocan y no hay mucha gente que se lamente cuando pierden cientos o miles de millones de dólares en alguna transacción. Pero cuando tienen razón, les dan vuelta a los mercados y a las economías.
En México queremos ver a especuladores como Tepper como los grandes villanos de la economía. No nos damos cuenta de que su función es crucial porque permiten el inicio de la recuperación cuando las crisis se convierten en pánico.
IMPORTADOR NETO
Las exportaciones mexicanas de petróleo crudo bajaron en noviembre 18.7 por ciento en volumen y 45.4 por ciento en valor. En cambio, las importaciones de gas natural crecieron 24 por ciento y las de gasolina 22.4 por ciento en volumen (Reforma 26.12.09). Son cifras naturales ante la falta de reformas de fondo en la industria petrolera y la política de precios del Gobierno. Seguimos en camino de convertirnos en un importador neto de hidrocarburos.
