Cero y van tres, tres fechas del torneo y Santos no ha sido capaz de lograr un triunfo; parecía que Puebla sería el rival ideal para lograr la primera victoria, por aquello de que los Camoteros son uno de los candidatos más firmes para el descenso y los laguneros para ganar el título, pero en la cancha del Corona nada de esto se hizo presente, Puebla se mostró como un cuadro canchero que le puede complicar la vida a cualquiera y esto le bastaría para salvarse, mientras que Santos fue un equipo desarticulado, chato, sin imaginación, que jugando de esa manera no tiene posibilidades ni de calificar.
Mucho le está pesando al cuadro santista lo corto de la pretemporada, la salida de hombres importantes en zona defensiva, una incrustación en la cintura y otra más en su delantera, además da también la impresión de que desde el banquillo se pretende cambiar el estilo de juego aunque la formación siga siendo un aparente 4-4-2, para colmo las lesiones siguen presentes.
Trabajo y más trabajo para salir del hoyo en que está metido es lo que queda a Santos, pero también retomar lo que el equipo sabe hacer, basarse en lo que ya domina y poco a poco empezar a intentar las variantes que el cuerpo técnico pretende en la medida que los recién llegados se vayan acoplando, pero para eso se necesita tiempo y eso es lo que menos tiene disponible el cuadro que dirige Daniel Guzmán.
Contra Puebla se desnudaron nuevamente las debilidades actuales de los laguneros: la desconcentración, la falta de ritmo y continuidad, la poca contundencia, la escasa cohesión en sus líneas y la débil actitud de algunos elementos, lo que hace navegar al equipo sin rumbo por largos intervalos del juego e imposibilita obtener los resultados esperados.
Santos es último de su grupo y en la tabla general la diferencia de goles lo salva del sótano absoluto, nada para sentirse tranquilos pero tampoco desesperados, porque insisto, hay recursos para enderezar el rumbo, pero hay que volver a las bases, rescatar las virtudes de este conjunto que no son pocas. Buena tarea tiene Guzmán en las manos, además de una gran oportunidad de demostrar por qué está considerado uno de los mejores técnicos de la actualidad en el futbol mexicano.
Ahora a pensar en el próximo duelo contra Indios, otro que lucha por su vida y que no está jugando mal, empató como visitante en su última salida y hasta pudo haber ganado; en su casa debe ser doblemente difícil; si Santos quiere sacar un triunfo debe mejorar mucho su juego, en lo futbolístico, en actitud mental y en entrega en la cancha; cuando el talento y la calidad no son suficientes recursos el carácter y la actitud pueden ser buenas herramientas.
