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Santos Laguna cayó ante Morelia el sábado por marcador de dos goles por uno ligando cuatro fechas consecutivas sin victoria, de esta manera se aleja de la calificación, misma que no solo está muy lejana sino que ya no está totalmente en sus manos pues dependerá de combinación de resultados; es decir, que aparte de lo que tiene que hacer como trabajo propio tendrá que esperar a ver que dejan de hacer otros.
El del sábado fue un juego en el que los laguneros no generaron muchas ocasiones de gol ante la portería contraria, y nuevamente volvió a desperdiciar las contadas que tuvo, mientras el rival que tampoco tuvo muchas logró capitalizar un par, más que suficiente para ganar los tres puntos en disputa y mantener sus posibilidades de calificar a la liguilla, aprovechando que está en el mal llamado "grupo de la muerte", que más bien debía ser el "grupo de los muertos" por lo flojo que ha resultado.
Muy temprano Morelia se fue arriba en el marcador, ante un Santos que buscó emparejar los cartones pero no encontraba camino claro a la meta moreliana, sin embargo una falla en la salida monarca, que comprometió tontamente un balón en zona muy peligrosa le permitió a los santistas conseguir el empate, que se rompió cuando a pesar de quedarse con un hombre menos los michoacanos perforaron la meta lagunera por segunda ocasión.
Pareció que quien se desconcertó con la expulsión fue el cuadro verde, pues los monarcas se acomodaron muy bien a las circunstancias nuevas del juego y con una doble línea defensiva contuvieron todos ataques norteños hasta el final del juego.
Daniel Guzmán realizó los movimientos necesarios para darle mayor ofensiva a su equipo tratando de aprovechar que tenía un hombre mas en el terreno de juego, pero sus pupilos centralizaron demasiado sus ataques, ante la desesperación del técnico, que no lograba hacer que sus hombres abrieran la cancha y buscaran llegar por los costados, facilitando la labor defensiva de los de casa.
La calificación se ve muy difícil, como ya lo comentamos líneas arriba, parece que ahora todo se reduce a la Concachampions, pero como matemáticamente las posibilidades de calificar se mantienen y la esperanza es lo último que muere habrá que buscarla hasta lo último.
Semana pesada la que tendrá el equipo santista, no es cómodo el trabajo semanal después de una derrota, pero al mal tiempo buena cara, no hay que arriar banderas sino todo lo contrario, redoblar esfuerzos y sacar la casta para tratar de revertir las cosas.
El próximo rival será nada menos que el Pachuca, unos de los líderes del torneo, que está que no cree en nadie, es el cuadro más ganador del campeonato y el más goleador también, enemigo de cuidado; pero Santos debe imponer condiciones jugando en casa y aprovechar la jerarquía rival para retomar el camino de las victorias que no lo encuentra desde largo rato.
Armando Navarro López
Armando.navarro@optima
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