Hasta ahora se han identificado y clasificado más de 80 trastornos del sueño, entre los que predomina el insomnio o dificultad crónica y persistente para conciliarlo
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México determinaron que existe un grupo de genes que facilita la herencia del insomnio de padres a hijos e incluso puede hacer que este padecimiento se vuelva "dramático y hasta fatal" para quien lo sufre.
"Los problemas de atención, aprendizaje-memoria y calificaciones bajas, no son producto de niños tontos, sino se deben a una mala calidad del sueño", reveló el estudio.
El llamado "insomnio familiar fatal" es ocasionado por un grupo de "genes que regulan las características del sueño y otros que participan en el disparo de éste. Si hay una alteración, se presenta el insomnio", explicó Fructuoso Ayala Guerrero, investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
De acuerdo con los experimentos desarrollados en el Laboratorio de Neurociencias, el científico encontró que esta enfermedad es letal. "Se instala progresivamente, se incrementa y termina con la muerte, pues lesiona y provoca el deceso de algunos núcleos del tálamo", señaló.
La narcolepsia o ataques de sueño constituyen otro ejemplo de alteración provocada por una lesión cerebral a nivel del hipotálamo; contraria al insomnio, produce un exceso de cansancio.
Hasta ahora se han identificado y clasificado más de 80 trastornos del sueño, entre los que predomina el insomnio o dificultad crónica y persistente para conciliarlo, o continuar durmiendo hacia la parte final de la noche.
La fase de Movimientos Oculares Rápidos (MOR) que se presenta en la primera etapa del sueño, se relaciona directamente con el nivel de adquisición de conocimientos, que varía de acuerdo a la cantidad de nueva información.
Según experimentos desarrollados en el Laboratorio de Neurociencias de la FP, existe una relación entre los procesos de aprendizaje-memoria y el sueño paradójico o MOR.
Se trata de una fase fundamental para establecer un aprendizaje y retención sólidos, pues una de las principales funciones del sueño es fortalecer los recuerdos, señaló el investigador de esa entidad.
Primero se ingresa a una etapa conocida como memoria de corto plazo, donde se retienen los datos de manera inmediata, pero éstos tienen que ser procesados, y el sueño es importante para esta función. Dormir bien facilita el aprendizaje, porque el nivel de atención es elevado, explicó.
En el fortalecimiento de la memoria se distinguen la declarativa y la no declarativa o de procedimientos. La primera es explícita y se subdivide en episódica y semántica; la episódica es el recuerdo de las experiencias personales y la semántica se refiere al uso y acumulación del conocimiento factual.
Mientras, la de procedimientos es implícita y se refiere al aprendizaje de habilidades motoras y cognoscitivas, como las que se utilizan para resolver problemas o realizar tareas, es decir, al dormir la información se transporta a otros lugares, donde se consolida la memoria.
Si no se descansa, agregó, se pierde la oportunidad de almacenar información, pues ésta primero se acumula en los circuitos neuronales y, después, pasa por una etapa donde se sintetizan sustancias químicas o lo que se conoce como memoria química.