La adolescencia suele ser pesada para los padres y para los propios jóvenes, ya que es un periodo de malentendidos y frustraciones.
Con sus compañeros jóvenes, el adolescente se identifica y experimenta el mundo desde una realidad más cercana.
Los jóvenes se sienten incomprendidos, son rebeldes y chocan con los adultos, en un escenario en el cual los padres suelen actuar sin conocimiento de causa, lo cual provoca serias crisis familiares, que por lo general crean olas de inestabilidad emocional.
La sicóloga Amparo Miranda Salazar nos cuenta que en los años de la adolescencia es frecuente que salten estas preguntas: ¿los cambios físicos que sufren los adolescentes los afectan en el ámbito sicológico?, ¿son frecuentes los desórdenes en la comida, abuso en drogas, las enfermedades de transmisión sexual, etcétera?, ¿puedo hacer algo al respecto?
Más aún, se dan interrogantes como ¿qué afecta el valor de la escuela y por qué los adolescentes la abandonan?, ¿qué factores influyen en las decisiones vocacionales de los jóvenes?, ¿afecta el desarrollo cognoscitivo la manera en que los adolescentes resuelven los problemas, emiten juicios morales y toman decisiones sobre la vida?
Respuestas en directo
Adulto inmaduro
La especialista dice que la adolescencia suele ser pesada para los padres y para los propios jóvenes, ya que es un periodo de malentendidos y frustraciones.
Se trata de una etapa de vida de transición que comúnmente va de los 11 o 12 hasta los 20 años, en la cual ocurren cambios importantes que involucran funciones anatómicas, fisiológicas, emocionales e intelectuales, además de cambios en las relaciones sociales.
En pocas palabras, la adolescencia “cumple una función importante: que el adolescente se vuelva un adulto maduro”.
Las chicas y chicos experimentan nuevas necesidades que los hacen buscar actividades sexuales y tienen la necesidad de ser tratados como adultos, aunque sigan actuando como niños, nos describe la especialista en un trabajo divulgado por Psicología y Educación Integral (PEI).
Trabajo delicado
Amparo Miranda Salazar dice que la situación complica la forma en que los padres actúan con él o ella, sobre las responsabilidades y privilegios que les pueden otorgar. Aunque necesita la guía y protección de los adultos, el joven odia su dependencia, pues teme que ésta obstaculice su marcha hacia la emancipación.
“El adolescente debe encontrar fuera de la familia figuras (personas) con las cuales convivir e identificarse y que tomen el lugar de los padres. Estos incluyen a adultos y personas de su misma edad”, indica.
Los adolescentes encuentran apoyo y comprensión en la relación cercana con sus compañeros, descubren que los muchachos de su edad tienen los mismos problemas con sus padres, la misma confusión, la misma soledad, la misma ansiedad y la misma culpa.
La experta nos dice, un aspecto importante que no podemos dejar de lado al hablar de adolescencia es el de la sexualidad, “no se limita a la cuestión erótica, sino que se extiende a todos aquellos comportamientos diferenciales en función del sexo de los muchachos”.
Nos cuenta que la relación cercana con sus compañeros jóvenes, permite al adolescente identificarse, experimentar el mundo desde una realidad más cercana a la suya, para separarse emocionalmente de los padres y poder convertirse en adultos independientes.