Lamento. El presidente de EU Barack Obama, la canciller Angela Merkel, los sobrevivientes de Buchenwald al salir del monumento del campo de concentración de Buchenwald. AP
El presidente estadounidense Barack Obama contempló ayer los horrores que se recuerdan en el campo de concentración de Buchenwald y dijo que la lección para el mundo moderno es estar atentos ante el mal, el sometimiento de los débiles y la "crueldad en nosotros mismos".
Obama rindió homenaje a los 56,000 muertos del campo nazi y los miles de sobrevivientes. Recordó a su tío abuelo, que ayudó a liberar una prisión cercana en 1945 y volvió trastornado por la experiencia."Más de medio siglo después, nuestro dolor e indignación por lo que sucedió no han disminuido", dijo Obama, después de ver los hornos crematorios, las alambradas de púas, las torres de guardia y el reloj detenido a las 3.15 de la tarde, el momento de la liberación del campo por el Ejército de Estados Unidos la tarde del 11 de abril de 1945.