En tiempo de invierno el baño de nuestra mascota puede ser una de las tareas más difíciles; pero al mismo tiempo es imprescindible para mantener la higiene en el hogar. No es aconsejable bañarlo con demasiada frecuencia y menos en días fríos ya que corremos el riesgo de que nuestro amigo se enferme. Si lo bañamos y lo cepillamos habitualmente pasará mucho tiempo antes de necesitar otro baño.
Siempre hay que buscar un champú para perros (si se trata de un cachorro existen productos especiales). La manera de bañarlo es sujetándolo y mojando de la cabeza a la cola. Siempre hay que tener mucho cuidado de que no le entre agua en ojos y orejas, aplica el champú en todo el cuerpo dando un masaje hasta que aparezca espuma. Después es sólo cuestión de enjuagar todo el cuerpo con abundante agua para que no le quede ningún resto de jabón que podría resecarle la piel.
Para secarlo hay que utilizar una toalla o una secadora con el aire en templado. Si se le empieza a secar primero la cabeza es posible que tenga menos ganas de sacudirse. Como costumbre todos los perros tienden a querer ir a ensuciarse en el pasto (esto es debido a que no reconocen su nuevo olor), pero lo mejor es darle un paseo para que camine y termine de secarse.
Por último no olvides darle un premio y cepillarlo frecuentemente para que esté libre de parásitos y siempre esté listo para jugar con nosotros.
