Para evitar que tu perro se convierta en ladrador compulsivo o para eliminar los ladridos en exceso, primero hay que comprender por qué ladran los perros.
Si bien pueden existir muchas causas para que un perro ladre, las más comunes son las siguientes:
Estrés. Al parecer el ladrido sirve a los perros, entre otras cosas, para liberar el estrés. Aunque es muy difícil determinar cuándo un perro se convierte en ladrador por estrés, es frecuente encontrar perros ladradores en situaciones que sin duda alguna son muy estresantes para ellos. Los perros que pasan mucho tiempo aislados pueden ladrar por el estrés causado por la soledad, así como por aburrimiento y frustración.
Entusiasmo. Algunos perros se entusiasman tanto con ciertas cosas que no pueden evitar ladrar. Este tipo de ladridos se ve en algunos perros cuando juegan o cuando realizan alguna actividad que los estimula en exceso.
Aburrimiento. Muchos perros ladran por aburrimiento. Sencillamente no tienen nada más que hacer y no son destructores así que ladran o aúllan. Éstos son perros que suelen pasar mucho tiempo solos, sin ningún tipo de juguetes ni compañía.
Frustración. Muchos perros ladran porque quieren algo que no pueden conseguir y el ladrido es la respuesta a su frustración.
Estímulos externos que no percibimos. Muchas veces los perros ladran porque se dan cuenta de cosas que nosotros no percibimos, o que pasamos por alto. Animales que el perro ve a través de la ventana, personas que pasan caminando por el otro lado de la puerta, objetos que se mueven con el viento, etc.
Problemas de salud. En algunos casos los perros ladran porque tienen algún problema de salud. Por ejemplo, los perros viejos pueden tener disminuida su visión o su audición. Esto hace que sean sorprendidos con mucha frecuencia por otros perros y por las personas, y su reacción puede incluir ladridos.
Nunca está de más hacer revisar al perro ladrador con un veterinario para descartar cualquier problema de salud que pudiera ser la causa de los ladridos.
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