Las pulgas son parásitos de color marrón oscuro. Tienen tres pares de patas, el último par está más desarrollado, lo que les permite dar grandes saltos y su sistema bucal le permite estar chupando sangre. Las pulgas no se ven a simple vista, pues se esconden en el pelaje del animal. Las pulgas se ubican preferentemente en el lomo y abdomen del perro; mientras que en los cachorros pueden encontrarse en el cuello y en la cabeza. No todos los perros se rascan, pues la pulga deposita una pequeña cantidad de saliva anestésica, antes de morder al animal, por esto el perro no las nota. Sólo en los casos de perros alérgicos a la saliva de pulga, sienten la comezón, y por tanto se rascan.
Las pulgas prefieren a los animales, pero en caso de sobrepoblación, o de no tener un animal a su alcance, infestarán al hombre donde vía oral se alojará en el intestino y causará la peste y el tifus murino, así como otras enfermedades.
Las pulgas pueden sobrevivir en invierno, escondiéndose en sistemas de calefacción, y en alfombras, por lo cual es conveniente prevenir su aparición durante todo el año. Gran parte de su ciclo vital se desarrolla en el suelo, alfombras, basuras, sofás, etc., por lo que debemos extremar la higiene no sólo de la mascota, sino también de la casa.
Existen varios productos en el mercado que combinan eficacia frente a pulgas y garrapatas. La limpieza, el baño, vacunación y las visitas periódicas al veterinario pueden evitar que las pulgas invadan nuestro hogar.