Para Alex Rodríguez, el Clásico Mundial presenta la oportunidad perfecta para dejar a un lado la controversia y consagrarse con los fanáticos latinoamericanos, muchos de los cuales lo criticaron por representar a Estados Unidos. (AP)
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¿Podrá Japón revalidar la corona? ¿Será que a Cuba se le terminó la magia de su beisbol "amateur"? ¿Prevalecerán las potencias como Estados Unidos, República Dominicana y Venezuela?
Y, quizás la pregunta que prevalece sobre todas, ¿despegará el Clásico Mundial de Beisbol como un torneo de primer nivel?
Estas y otras interrogantes tendrán su respuesta a partir del jueves cuando arranque en Tokio la segunda edición del Clásico, el torneo creado hace tres años por Grandes Ligas para que los mejores peloteros del orbe representen a sus respectivos países.
Dieciséis naciones disputarán la primera ronda en cuatro sedes -Tokio, Toronto, Ciudad de México y San Juan. Los dos mejores equipos de cada grupo avanzarán a la segunda etapa en Miami y San Diego, mientras que las semifinales y la final se disputarán en Los Ángeles.
La final será el 23 de marzo en el Dodger Stadium.
Japón y Cuba sorprendieron al mundo del beisbol al dejar en el camino a otros gigantes para llegar a la final de la edición inaugural del torneo.
El equipo nipón, con un entonces desconocido Daisuke Matsuzaka en la lomita, derrotó a los "amateurs" cubanos en la final en San Diego.
"Voy a tratar de volver a ganar el Clásico", proclamó hace poco el jardinero japonés Ichiro Suzuki, el máximo ídolo deportivo de su país. Japón pone en marcha la defensa de su título el jueves contra China en el Tokyo Dome, donde también jugarán el campeón olímpico Corea del Sur y Taiwán por el Grupo A.
Cuba y México son los favoritos del Grupo B, que arranca el domingo en el Foro Sol de México, y que completan Sudáfrica y Australia. Estados Unidos y Venezuela encabezan el Grupo C que comienza el sábado en el Rogers Centre de Toronto, y donde también están Italia y Canadá.
La llave D, que comienza el sábado en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan, cuenta con los grandes candidatos República Dominicana y Puerto Rico, además de Panamá y Holanda.
Aunque ciertas selecciones lucen superiores a otras sobre el papel, nadie puede dar nada por sentado. Basta con recordar que Estados Unidos, Venezuela y Puerto Rico -tres de los favoritos a la corona en el 2006- fueron eliminados en la segunda ronda. Y que Cuba, una potencia del beisbol amateur pero con escasa experiencia contra profesionales de Grandes Ligas, eliminó en semifinales a la temible escuadra dominicana. "Todos con los que he hablado, especialmente algunos que compiten por primera vez, están muy emocionados porque vieron lo que pasó hace unos años y no quieren que vuelva a suceder", comentó el manager del equipo estadounidense, Davey Johnson. "Nadie quiere volver a casa temprano".
Otro factor a tomar en cuenta, en el ámbito deportivo y de organización, es la ausencia de figuras de peso de algunos equipos. La decisión de peloteros de no jugar, ya sea por decisión propia o por directrices de sus equipos, amenaza con restarle brillo a un campeonato que se supone que contaría con lo mejor de lo mejor del beisbol mundial.
Estrellas como los venezolanos Johan Santana y Carlos Zambrano, los dominicanos Albert Pujols y Vladimir Guerrero, el puertorriqueño Jorge Posada, el panameño Mariano Rivera, los estadounidenses Ryan Howard y Derrek Lee, y el japonés Hideki Matsui se ausentaron del Clásico, una noticia que le cae como balde de agua fría al torneo.
23
De marzo
Se realizará la final del Clásico Mundial de Beisbol, en el mítico Dodger Stadium.
¿Sin estrellas?
"En esta edición se han arreglado muchas cosas que no funcionaron en el anterior, pero hay demasiadas noticias negativas de peloteros que no van a jugar", comentó Roberto Mansur, directivo de la Selección Mexicana. Estados Unidos cuenta con Derek Jeter y un pitcheo de lujo; la artillería dominicana de Alex Rodríguez, José Reyes y Hanley Ramírez pone a temblar a cualquiera; Venezuela no se queda atrás con Miguel Cabrera, Magglio Ordóñez y Carlos Guillén; y Puerto Rico exhibe a toleteros como Carlos Delgado y Carlos Beltrán.