El museo cobrará vida en La Laguna
LOS ÁNGELES, EU. Hoy cobrará vida el complejo de museos más grande del mundo, el Smithsonian Institute de Washington, en la cinta Una Noche en el Museo 2, la cual también llenará de magia las pantallas laguneras con sus aventuras.
La historia arranca con Larry Daley (Ben Stiller), quien ha dejado de ser el perdedor de la primera película para ser un exitoso inventor, lo que lo ha separado de sus verdaderos amigos del Museo de Historia Natural de Nueva York.
Esta nueva faceta del personaje no dista mucho del actor, pues ha tenido una carrera prolífica llena de éxitos, por lo que sabe manejar la presión.
"Últimamente, la forma de manejar la presión es no preocuparte tanto. No puedes controlar el éxito o el fracaso", comenta el actor.
"Es lo que he aprendido. Siempre que haces algo, lo haces con la intención de tener éxito, pero no siempre sucede, así que sólo hay que disfrutar la experiencia de hacer las cosas".
Larry se entera que sus históricos amigos de la primera aventura serán enviados al Smithsonian para ser archivados. Pero no contaba con que la tableta egipcia que da vida a todos los personajes también se fue a Washington provocando que el faraón Kahmunrah (Hank Azaria) cobre vida y se alíe con Al Capone, Iván El Terrible y Napoleón Bonaparte para conquistar no sólo el museo, sino el mundo entero. Hank Azaria, Jonah Hill, Bill Hader, Owen Wilson, Chris Cooper y Robin Williams conforman el equipo que acompaña a Stiller en esta película, donde es muy notoria la improvisación de todos, cosa que el comediante disfruta y apoya.
"El director debe descifrar qué es lo que el actor con el que trabajas puede hacer y lo que le gusta, porque la meta es sacar lo mejor de él", señala Stiller.
150
MDD Se usaron para realizar el filme.
Apuestan por los efectos y la frescura
Más diversión, efectos visuales y una fuerte dosis de frescura fueron los elementos que hicieron que Ben Stiller se pusiera de nuevo el traje de guardia de seguridad para Una Noche en el Museo 2, que hoy se estrena en México con 850 copias.
Para el actor, era importante que la historia explorara nuevos rincones históricos, y acercara a los espectadores a personajes icónicos, pero desde una perspectiva hilarante.
"El hecho de ir al museo Smithsonian en Washington DC, que es un lugar divino, estar en el Museo del Espacio Aéreo, que las fotografías se hicieran realidad, eso no lo hicimos en la primera (parte); ésta debía tener una historia fresca y nueva.
"Creo que fuimos capaces de hacerla mucho más chistosa, con cosas fascinantes desde el punto de vista visual", dijo el actor durante la visita que hizo esta semana a México.
Aunque el filme, dirigido nuevamente por Shawn Levy, tiene un mayor despliegue de efectos especiales, también cuenta con algunos vestigios reales, que fueron tomados del Instituto Smithsonian.
Sin embargo, ésos no fueron los únicos detalles que se cuidaron, pues la elección de los personajes que se integran a la historia, como Napoleón Bonaparte e Iván El Terrible, también se realizó con sumo cuidado.
"La idea era descifrar los villanos que podían ser chistosos, que no despertaran sentimientos adversos en el espectador porque se pierde el chiste; es difícil, por ejemplo, encontrar humor en Hitler. Regresamos a la historia, analizamos sus personalidades y jugamos con ellas, eso fue parte del proceso de selección".