CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(DÉCIMA OCTAVA PARTE)
Hasta cierto punto entonces, podemos afirmar que los estudiantes en el nivel universitario se encuentran en una posición diferente a la que ocuparon en los anteriores niveles de educación, al presentar una mayor separación, libertad y autonomía de sus familias, lo que les permite actuar y moverse en forma más independiente, sin que en la mayoría de los casos sus movimientos lleguen a ser controlados por sus padres, e inclusive, en tantas ocasiones ni siquiera se conozcan o registren tales movimientos en el seno de las familias. Definitivamente y con justa razón, la podemos considerar como un gran adelanto en el proceso de la maduración y la formación de estos chicos y chicas, que logran ser más independientes, conscientes y responsables de sus conductas. Sin embargo y desgraciadamente, la realidad no siempre sucede de tal forma, puesto que muchos de ellos al llegar a esta etapa aún no se encuentran preparados del todo para asumir tal posición, y requieren de más tiempo para lograrlo.
En las escuelas profesionales, encontramos con bastante frecuencia un alto nivel de deserción de sus estudiantes por una serie de razones variadas, entre las que puede destacar el hecho de que muchos de ellos escogieron impulsivamente y un tanto a ciegas el tipo de carrera que deseaban estudiar o el tipo de universidad al que se dirigían, sin percatarse si era necesariamente lo que esperaban, lo que deseaban o lo que necesitaban de acuerdo a sus recursos, incluyendo naturalmente aptitudes y habilidades. Tantos de ellos se vieron forzados a escoger lo primero que se presentó, debido a las súbitas presiones que aparecen al terminar la preparatoria, o a ante las fechas de presentación de los exámenes de admisión en las universidades, o las presiones mismas de la familia, con determinadas expectativas sobre lo que el hijo o la hija deben estudiar. Por lo mismo, no es raro que encontremos en las aulas universitarias estudiantes indecisos, desorientados e inseguros sobre las materias que están llevando o la carrera que escogieron, y que definitivamente aún a esas alturas, requieren de atención, de apoyo, de orientación y de asesoría por parte de maestros o psicólogos especialistas en orientación vocacional que les ayuden a ubicarse en una posición más realista, lógica y favorable antes de proseguir en un camino que generalmente puede conducir a la desilusión, la frustración, el desencanto y el fracaso, no sólo como estudiantes, sino inclusive como personas y como profesionistas si es que llegaran a terminar la carrera. Es ahí también, cuando los estudiantes, estos adultos jóvenes supuestamente más maduros y responsables, requieren asimismo de la atención, el apoyo y la ayuda de sus familias para enfrentar ese tipo de situaciones. Sin embargo, para muchos de ellos es difícil aceptar tal error de decisión, ya que se sienten desorientados, insatisfechos, frustrados, avergonzados, culpables y con miedo de enfrentar a sus padres sobre tal decisión, especialmente cuando la tomaron sin la aprobación o el consentimiento de los mismos, por lo que tienden a esconder sus sentimientos y a permanecer en dicha carrera a pesar de las circunstancias, o en ocasiones, desertan sin avisarle a la familia.
Cuando se trata de estudiantes buenos y obedientes, ellos tienden a toda costa a someterse y mantener las apariencias, hasta llegar al final de la carrera, pero con el riesgo de convertirse en profesionistas frustrados e insatisfechos, que en ocasiones ni siquiera llegan a practicar aquello que estudiaron. Otros individuos tienen la capacidad de aceptar su error, de modo que llegan a desertar ya sea para buscar acomodarse en otra carrera o universidad, o simplemente dejan de estudiar y se dedican a otras actividades. Hay que reconocer el hecho de que en tantas ocasiones, este tipo de deserciones no necesariamente pueden ser consideradas como un fracaso, puesto que gracias a tal experiencia, algunos sujetos llega a descubrir su verdadera vocación hacia el comercio, las relaciones sociales o cualquier otro tipo de actividades en las que pueden desempeñar sus habilidades satisfactoriamente, con éxito y con mejores resultados. No es del todo desconocido el hecho de que para cierto tipo de mujeres, la experiencia universitaria se llega a convertir en una experiencia amorosa y de intimidad, gracias a la cual llegan a encontrar una pareja y a descubrir o a reafirmar así su verdadera vocación hacia el hogar y la crianza y educación de sus hijos, de modo que su deserción la lleva por otros caminos a veces más satisfactorios que el estudio o la práctica de alguna profesión (Continuará).
Asociación de Psiquiatría y Salud Mental
De La Laguna A.C. (PSILAC)