Enamorados. El presidente estadounidense, Barack Obama, besa a su esposa, Michelle, durante el Baile de los Estados del Este el día de su investidura. Para recordar. Una pareja se toma una foto en un centro comercial decorado para celebrar el Día de San Valentín, en Hong Kong, China.
Susan Margolin es la madre de dos hijas y ejecutiva a tiempo completo de una compañía de distribución de películas, pero en ocasiones no puede con su genio y envía mensajes electrónicos a Barack y a Michelle Obama, no para analizar sus últimas iniciativas políticas, sino para descubrir cómo les va a nivel conyugal.
"Ellos fueron al Centro Kennedy con las niñas la otra noche", dijo Margolin en fecha reciente. "Y me encanta que siempre se hagan tiempo para un encuentro romántico. Es como si hubiese un verdadero romance entre ellos".
Las constantes demostraciones de afecto del matrimonio Obama fascinan a muchas personas en Estados Unidos, especialmente en esta época de San Valentín, el día de los enamorados. Otros se sienten encantados. Y no faltan aquellos que se sienten celosos.
Hay que aclarar que los Obama no son la primera pareja presidencial que muestra su afecto en público. Ronald y Nancy Reagan, en particular, parecían muy enamorados.
Pero, para muchos, el matrimonio Obama representa un romance de un tipo más moderno. Ambos son profesionales con exitosas carreras. Y su propósito es equilibrar sus vidas públicas con la estabilidad familiar. Y aunque se respetan mutuamente, no tienen temor a exhibir su afecto, una y otra vez, en un país cuyos habitantes no son muy proclives a demostraciones públicas de cariño.
Muchos recuerdan, porque fue bastamente documentado, que en la noche de su triunfo electoral, en el parque Grant de Chicago, ambos se abrazaron. Él susurró algo al oído de Michele, y ella le susurró a su vez: "Te quiero".
Y luego, tras la juramentación del nuevo presidente, hubo un baile. Los dos danzaron en una amplia pista. Incluso cerraron los ojos dejándose guiar por la melodía, como si hubieran estado solos, aunque el instante fue registrado por miles de fotógrafos y por cámaras de televisión. Es seguro que muchos millones de personas presenciaron la escena, que se repitió de manera constante en YouTube.
Kirk Dillard, un viejo amigo de Obama, de los años en que ambos estuvieron en la Legislatura de Illinois, se maravilló ante lo que estaba viendo.
"Tras observar a Michelle y al presidente ... en el escenario, (era obvio) que estaban disfrutando muchísimo", dijo Dillard.
Los Obama son considerados por algunos medios de prensa como una pareja modelo en muchos campos. Pero Stephanie Coontz, un estudioso del matrimonio en Estados Unidos, no cree que su saludable relación altere mucho la tendencia en Estados Unidos, una de las tasas de divorcio más altas del mundo.
"No creo que ayuden a que las parejas desarrollen mejores relaciones", dice Coontz. "Pero es agradable que una buena relación se pueda reflejar en la Casa Blanca".
