Nuestro director, el licenciado Miguel Ángel Ruelas (Izq.), entrevistó previo al Mundial 1970, en Guadalajara, Jalisco, al astro brasileño Pelé.
Previo al inicio de la Copa Mundial de México 1970, nuestro director Miguel Ángel Ruelas Talamantes tuvo la oportunidad de entrevistar a Edson Arantes Do Nascimento "Pelé", quien sería la figura de esa edición del torneo mundialista.
Esta entrevista se publicó en las páginas de El Siglo de Torreón el lunes primero de junio de 1970, y hoy, con motivo de la visita de O Rei, la publicamos íntegra para nuestros lectores.
.- Nos causó una muy buena impresión Edson Arantes do Nascimento "Pelé" en la primera plática que con él tuvimos. Es un hombre amable que quisiera complacer a todos los que solicitan de él algo: un autógrafo, una entrevista, una pose para el fotógrafo, y como es natural, no puede satisfacer a todos, sin embargo con un gesto o con una disculpa deja a todos contentos... Así son los verdaderos ídolos.
Había tantos periodistas en derredor, que tuvimos que buscar una pregunta que lo hiciera brindarnos su atención, y la encontramos:
"Pelé", ¿por qué se olvidó de usted Di Stéfano cuando le preguntaron cuáles eran en su opinión los mejores futbolistas de todos los tiempos? Nombró a Puskas, a Yasshin y a otros, y a usted no, ¿por qué?
El Rey volteó casi de inmediato, nos miró con atención y dijo:
"En verdad todavía me pregunto eso, pero hay que respetar las opiniones de cada quien. Las razones que pueda tener son sólo de él. En cambio yo admiraba mucho a Di Stéfano y lo sigo haciendo. De mí para él nunca hubo un problema, no sé si de él para mí sea lo contrario".
Luego tratando otros aspectos nos dijo:
"Me siento muy feliz de estar en este Mundial, donde hay tan buenos jugadores. Uno de los más dignos de admiración es Gianni Rivera, es muy técnico y todo un profesional.
"Quizá, como dicen por ahí, este sea mi último campeonato mundial, pero eso no me pone sentimental. Me gusta ser realista y aprovecharé mi estancia en México. Una de mis caras ilusiones es jugar durante todo el campeonato, porque nunca me han dejado hacerlo. Ya ve usted lo que pasó en Inglaterra. Y en parte yo tuve la culpa porque entré a la cancha con mucho idealismo, con mucha lealtad de mi parte, creyendo que sería una competencia leal, y resultó todo lo contrario. Pero ahora vengo preparado para hacer frente a todo eso".
"Todo el equipo de Brasil está en muy buenas condiciones físicas. Yo en lo personal me siento en mi mejor forma".
"Lo importante en este campeonato es que se toma en cuenta al público, que se le brinde un buen espectáculo, y esperamos que haya menos rudezas, que sea duro pero al mismo tiempo leal, para que los aficionados gocen en verdad del espectáculo, del buen futbol".
"Yo no creo que los campeonatos cambien, todos serán casi lo mismo que los anteriores, porque muchos jugadores no ponen algo de su parte para lograr una cosa más limpia. Por eso, repito, yo estoy preparado para el juego brusco".
"México, o sea su selección, tiene muchas cosas a su favor, por ejemplo su público".
"Y mi mayor deseo, lo vuelvo a repetir, es jugar toda la Copa".
Pelé nos estuvo mostrando sus piernas, las más famosas extremidades inferiores del futbol. Son fuertes y hay algunas cicatrices en ellas. Casi todos los dedos de los pies aparecen encallecidos por lo mucho que ha jugado.
Usaba una camiseta blanca por entre la que se traslucía una medalla.
En el jardín de las Suites Caribe, donde platicamos con el Rey, había periodistas que era un contento. Entrar al lugar no es cosa fácil, necesita uno identificarse una y otra vez, y tener un permiso especial otorgado por el jefe de la delegación brasileña. Luego elementos de la Policía Judicial vigilan el lugar, y ellos son los que dan el visto bueno a todos los que entran. Así que si en verdad alguien pensaba secuestrar a Pelé tendrá que utilizar mucha materia gris.
Los brasileños son los más fáciles de entrevistar de todos los mundialistas destacados en Guadalajara; de los demás, los ingleses no hablan ni por teléfono con sus familiares; los rumanos desde que los descubrieron en sus paseos nocturnos no quieren nada con los periodistas; y los checos no hablan ni inglés ni español. Tenemos pendientes para los lectores de "El Siglo" otras interesantes entrevistas que ya les iremos presentando en forma exclusiva.