El guardameta de la Selección Nacional, Oswaldo Sánchez, disfruta al jugar en la nieve, durante el entrenamiento que llevó a cabo el Tricolor ayer en Columbus, Ohio. (Jam Media)
La Selección Nacional está completa. Guillermo Franco y Carlos Salcido llegaron a Columbus a un día del encuentro ante Estados Unidos. Cansados por el viaje, se pusieron a las órdenes del técnico Sven Göran Eriksson, quien por lo menos contempla como titular al zaguero del PSV Eindhoven.
"Esperaba tener una nueva oportunidad de regresar a la Selección y qué mejor que regrese en este juego", comentó Franco, quien no había sido convocado por el estratega sueco desde agosto, lo que desató una serie de especulaciones que alimentaron la versión de que había una mala relación del delantero con el entrenador y hasta con Rafael Márquez, capitán del equipo.
Al respecto, el del Villarreal señaló que si bien no son amigos, llevan la fiesta en paz: "Nunca he tenido problemas; desde el primer momento todo el mundo me trató bien y los más importantes también. Con Rafa, no somos amigos pero tenemos una buena relación. Cuando nos vemos hablamos mucho. La relación es buena".
Márquez, por su parte, mantiene el silencio de cara al duelo ante los estadounidenses. Ni del tema del Guille, ni de ningún otro.
Franco explicó que el golpe que recibió en las costillas no fue tan grave como se manejó en los medios españoles y añadió que está en condiciones para jugar los 90 minutos del encuentro si así lo decide Eriksson.
Respecto a su situación con el Villarreal, en donde no ha tenido mucha participación durante la última temporada, indicó que ha hablado con la directiva del Submarino Amarillo, equipo con el que termina contrato en junio y con el que ve difícil continuar. La posibilidad de regresar a México la ha calificado como uno más de los rumores que han surgido en torno a su figura. "Regresar al futbol mexicano es una opción. No tengo ningún problema".
MÉXICO NO PERMITIRÁ SER EMBOSCADO
Es el mortal juego entre el depredador y la presa llevado al futbol en su máxima expresión, situación que ha dejado a la Selección Nacional con la peor parte.
Hay equipos que han hecho de la destrucción un arte. Estados Unidos es uno de ellos, con la fortuna de que le acompañen resultados positivos a pesar de ir contra la corriente del futbol espectáculo.
Durante las últimas dos décadas, la estrategia a seguir por parte de los estadounidenses para vencer a México se ha perfeccionado hasta hacerse prácticamente imposible evitar caer en la trampa que les ha hecho perder sitio en la zona.
El ex técnico del combinado estadounidense, Bruce Arena, fue el hombre que perfeccionó esta manera de jugar a los mexicanos para obtener dos de las victorias más importantes en la historia de su futbol: la primera en la eliminatoria al Mundial de 2002 (Columbus, ganaron 2-0) y la otra en la misma Copa del Mundo de Corea-Japón.
En ambas ocasiones Landon Donovan se levantó como el verdugo del conjunto tricolor. La velocidad del atacante del Bayern Munich ha sido clave para culminar la obra estadounidense y letal para la zaga mexicana.
México lleva casi diez años sin vencer a Estados Unidos en su territorio, por lo que los jugadores buscan rescatar el nombre de México.
Enterados de la situación, Sven Göran Eriksson y sus auxiliares han trabajado con el equipo con base a lo estudiado en videos y visorías.
"Sabemos del partido que vamos a enfrentar con un rival que primero se para bien atrás y luego ataca en contragolpe, por la velocidad de sus jugadores, pero tenemos que superar cualquier cosa", explicó el mediocampista Leandro Augusto respecto al análisis del estratega nacional y el proyecto que ha presentado para cambiar la historia.
Para el encuentro del miércoles son pocas las dudas que invaden el pensamiento de Eriksson. El sueco tiene bien definida la forma en que jugará a los estadounidenses en busca de dejar atrás una década sin triunfos.
PRETENDEN DELANTEROS ROMPER EL MALEFICIO
José Manuel Abundis fue el último delantero nominal mexicano en marcar gol dentro de territorio estadounidense y en juego entre estas selecciones. Curiosamente la hazaña del ex atacante del Toluca tiene que ver con la última victoria del Tri en suelo vecino, en marzo de 1999.
La fuerza y resistencia de Matías Vuoso le han otorgado un lugar en el 11 inicial ante Estados Unidos si logra recuperarse de una lesión en el tobillo derecho. Sven Göran Eriksson necesita un tipo que vaya al choque directo con los zagueros estadounidenses (Oguchi Onyegu, más de 1.90 metros de estatura) y que sea capaz de resolver la primera y única oportunidad, tal y como sucedió en Edmonton ante Canadá.
Estarán en espera Omar Bravo y Guillermo Franco para jugar en lugar de Vuoso o acompañarlo por el centro. Las bandas pertenecen a Nery Castillo y Giovani Dos Santos, además de las posibilidades de Alberto Medina y Carlos Ochoa.
"Tenemos que estar bien concentrados los 90 minutos y aprovechar cada una de las oportunidades", explicó Vuoso, quien evoluciona de una lesión muscular. "Ojalá pueda convertir y romper esa racha de tantos años sin que un delantero les anote. Qué mejor si esa anotación sirve para sacar un triunfo", comentó Nery Castillo, quien ni siquiera conoce a Abundis, pero disfruta pensar que tiene lo suficiente para sacarle del recuerdo estadístico.
Situaciones como la racha sin anotar, dijo Carlos Ochoa, son las que han provocado que la afición viva los días previos con dudas.
Los siete delanteros han tomado valor a unas horas de que inicie otro duelo ante Estados Unidos, al que un nacional no le anota desde hace una década.
