Ejercicios. El Prana, se activa por determinadas posturas corporales que estimulan principalmente a las glándulas de endocrina. La práctica diaria del yoga, puede conducir a una vida más placentera, larga y sana.
México, df.- Por miles de años, el yoga ha sido una parte en central en la vida de millones de personas a lo largo de todo el mundo, que buscan la cura y la paz mediante la práctica de este ejercicio meditativo.
No es de extrañar entonces que existan muchas interpretaciones sobre sus beneficios, y que cada persona le asigne una interpretación diferente.
Sin embargo, existe una certeza compartida por todas las personas que lo practican: quienes hacen yoga, tengan la edad que tengan, pueden hallar mediante este ejercicio un mayor bienestar, desarrollar mayor flexibilidad en su cuerpo, mejorarlo estéticamente, y sentirse más lucidos y despiertos.
El yoga se ha popularizado mucho en los últimos años dentro del mundo occidental, pero esta tradicional práctica del este de la india comenzó hace más de 2.000 años, como una forma de hallar el propio alma.
La filosofía existente detrás de este ejercicio, intenta crear los principios para armonizar el cuerpo con la mente y espíritu, a través de las asanas. El yoga se basa también en principios éticos, y una disciplina personal, elementos básicos de todas las culturas civilizadas.
La práctica diaria del yoga, puede conducir a una vida más larga y sana. Y quienes crean que esto no tiene fundamentos científicos, deben saber que el ejercicio del yoga se funda firmemente en la circulación energética de los cuerpos: las asanas, fueron desarrolladas para estimular el flujo del prana, la energía que da la fuerza de la vida.
El Prana, se activa por determinadas posturas corporales que estimulan principalmente a las glándulas de endocrina.
De esta forma, comienza a correr por nuestros organismos un armonioso flujo de energía, que los mantiene fuertes y sanos, y ayudan a los enfermos a desarrollar su cura.
Por supuesto que todo esto lleva mucho tiempo y práctica, y el progreso hacia una flexibilidad total debe ser realizado gradualmente, sin forzar al cuerpo y llevándolo suavemente hacia las posturas deseadas. La regulación de la respiración, ayuda a tranquilizar la mente y obtener una mayor concentración para realizar las posturas, además de optimizar las curas. Los profesores del yoga siempre recuerdan a sus estudiantes, que realizar las posturas sin su correspondiente respiración y concentración, es como no practicar el yoga.
Una persona que practica yoga, también es fácilmente identificada por su postura corporal. Suelen estar relajados, con los hombros erguidos y el pecho abierto, dando una sensación de abrir su corazón al mundo que los rodea. El yoga mantiene también la flexibilidad y fortaleza de sus huesos, previniendo la osteoporosis. Su práctica, mejora la digestión, la respiración, la concentración, y todo el sistema cardiovascular.
Un yogi raramente se enferma, y si los hace, las complicaciones son generalmente menos severas.