Cuando el presidente Calderón hizo casting para secretario de Educación Pública dejó muy claro a los candidatos que había una regla: no meterse con Elba Esther Gordillo.
Las personas a quienes entrevistó el primer mandatario sabían que no hay manera de que progrese el país si no se realiza una reforma educativa, y ésta pasa por la contundente disminución al poder y control del sindicato. Alonso Lujambio, quien finalmente entró en sustitución de Josefina Vázquez Mota, aceptó la instrucción, asumió el cargo y optó así por no dejar ninguna huella en la vida educativa de México.
El brillante académico y articulista, prestigiado consejero electoral en el legendario IFE de José Woldenberg, se ha vuelto un desdibujado y complaciente secretario de Estado: en su primera declaración cuando le preguntaron sobre La Maestra se limitó a referirse a ella como "una dama" -como si el género tuviera algo que ver en la discusión- y en adelante, no hay discurso que no aproveche para hacerle un reconocimiento.
Hoy el subsecretario más poderoso de la SEP es Fernando González, el yerno de la dirigente vitalicia del sindicato magisterial. Es casi secretario
. Ha rebasado y marginado a Miguel Székely y Rodolfo Tuirán, que fungían como contrapesos de la maestra, en tanto cercanos a Josefina Vázquez Mota, quien tomó como estrategia confrontar a Gordillo con el apoyo que durante tres años le brindó y dejó de brindar por etapas el presidente Calderón.
Su antecesor, el secretario de Educación en tiempos de Fox, Reyes Tamez, comprendió desde un inicio la alianza Fox-Sahagún-Gordillo, asumió su papel de cortesano y ha recibido recientemente su recompensa: coordinará la bancada de diputados del Partido Nueva Alianza, el de Elba Esther.
Se entiende que alguien como Tamez se sienta más que premiado con una diputación federal plurinominal, ya no se diga con un liderazgo de fracción parlamentaria, pero ahora que Lujambio figura en la lista de
Del PAN rumbo al 2012, la maestra tiene una
Con que mantenerlo mareado: recordarle que fue una aliada clave de Felipe Calderón en su carrera a Los Pinos.
Por eso la Alianza Educativa Calderón-Gordillo promueve la evaluación de maestros y le quita poder al sindicato en la asignación de las nuevas plazas
Ya sin contar que dos de cada tres maestros que ayer comenzaron a dar clases en el país no pasaron el examen. Nomás que Elba Esther negoció que aunque reprobaran, pudieran seguir enseñando a los niños.