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Elecciones municipales

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LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

Las campañas electorales con vista a las elecciones municipales que tendrán lugar el 18 de octubre próximo, marcarán el destino de nuestra Ciudad de Torreón y Estado de Coahuila para el futuro inmediato.

No sólo son dos candidatos o dos partidos los que están en juego, sino el estilo de hacer política que incidirá en nuestra identidad como sociedad, para avance o retroceso según el caso.

Por lo que toca al candidato del Partido Acción Nacional, Jesús de León se presenta como un político de la nueva generación que al propio tiempo ofrece experiencia tanto en los asuntos municipales desde que fue síndico en el Ayuntamiento presidido por Jorge Zermeño hace trece años, como en las tareas legislativas en las que se ha desempeñado como diputado local y diputado federal.

Se trata de una persona formada en la cultura del esfuerzo, cuya carrera responde a la legítima aspiración de la clase media ilustrada de este país por incidir en la conformación del poder público desde la base social, a través de un partido que lo postula desde esa perspectiva.

Eduardo Olmos Castro surge de los negocios concesionarios de Pemex desarrollados al amparo del poder del Estado durante la era priista, que incursiona en política y pese a su aspecto juvenil se identifica plenamente con el viejo régimen, muy alejado de impulsar los cambios que el país requiere.

En su trayectoria se ha distinguido por ser alguien que deja truncos los proyectos políticos para pasar de un puesto a otro, a una velocidad vertiginosa que impide hacer una evaluación adecuada de su desempeño. Olmos responde a la estrategia del gobernador Humberto Moreira, que no oculta su intención de desplazar a los priistas ajenos a su círculo, en aras de refundar dicho partido a nivel estatal como base de un proyecto personal y a la medida de sus intereses.

A ese estilo de gobierno corresponde el uso de los recursos públicos como bienes estratégicos destinados a mantener y acrecentar el poder, mediante dádivas asistenciales que van desde el piso firme y el techo seguro hasta los tinacos, el monedero y los condones de la gente.

Tal estilo de gobernar se nutre de la pobreza y de sus víctimas cautivas que sirven como cimiento y plataforma de lanzamiento del proyecto político de que se trata, por lo que es fácil concluir que ninguna intención alienta de erradicar la referida pobreza como lacra social, ni a corto ni a largo plazo. En cuanto a las estructuras del partido de Gobierno y del Gobierno del Estado, están sometidas a un mando único como en los tiempos del viejo PRI.

En virtud de que el estilo Moreira tiene su origen en el gremio magisterial, el toma y daca entre privilegios y lealtades que caracteriza el funcionamiento al interior de la estructura sindical es replicado en las instituciones del Estado, cuyos fines materiales y formales son puestos al servicio de las ambiciones de poder, como fin en sí mismo. En el mundo de Moreira el Gobierno no es de la gente, sino que la gente es propiedad del Gobierno.

Eduardo Olmos no es el candidato del PRI sino en específico es el candidato del PRI de Moreira. El riesgo de que semejante propuesta llegue a salir avante en el Municipio de Torreón, generará un retroceso que someterá a las autoridades locales y convertirá a los torreonenses en vasallos.

Como botón de muestra, está el conflicto que hoy día se suscita entre el Gobierno de Coahuila y el Municipio de Torreón en torno a catorce millones de pesos recaudados los últimos dos años en la venta de placas de circulación vehicular. El Estado se niega entregar al Municipio ese dinero en base a pretextos formalistas, a pesar de ser una cantidad ridícula en comparación con el dispendio de recursos que existe en todos los niveles de Gobierno.

Claro que en el caso de que la candidatura de Olmos Castro salga avante, el Estado no va a inundar de recursos la ciudad de Torreón. Ocurrirá simplemente que frente al trato que desde Saltillo quiera dispensar el Gobierno de Moreira a nuestra ciudad, no quedará otra que la de callar y obedecer.

Correo electrónico:

Lfsalazarw@prodigy.net.mx

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