La instalación de módulos en el Paseo Comercial del Centro Histórico también causa molestias a los visitantes y comerciantes del sector.
Comerciantes aseguran que las ventas bajan y a los peatones les preocupan los pozos al circular por la noche.
Comerciantes del sector del Centro Histórico resienten bajas en sus ventas a causa de las obras que se realizan. Aseguran que las molestias también son para los automovilistas porque ante la falta de accesos, prefieren irse a comprar a otra parte.
Son Obras Públicas y el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) los que tienen un amplio perímetro del Centro abierto con zanjas, montones de escombro y tubos. Mediante el sistema “cracking” la empresa abastecedora introduce nuevas redes de agua potable y drenaje en la Hidalgo de la calle Falcón a la Rodríguez, incluyendo la demolición de las banquetas en el Mercado Juárez.
Calles y avenidas abiertas, pozos de drenaje que emiten olores pestilentes y zanjas que se hicieron para reposición de redes de agua potable, son parte del escenario desde la Falcón hasta a Rodríguez y de la avenida Juárez al Revolución por Cepeda-Valdez Carrillo.
“De por sí las ventas en enero son malas y con la apertura de calles y avenidas, se ha provocado un impacto más perjudicial que en años anteriores”, dice el representante de una distribuidora de perfumes.
Hasta los ambulantes que por años han estado en las banquetas de la avenida Hidalgo mostraron su molestia porque fueron reubicados a las calles laterales y declararon que las autoridades hubieran esperado concretar la reubicación de todos a la Cepeda-Valdez Carrillo y luego trabajar en las avenidas.
Los comerciantes entrevistados aseguraron que no se oponen a las obras ya que se trata del rescate del Centro Histórico, pero no le ven la razón de que todo se haga al mismo tiempo.
Los clientes de pie que acuden a comprar ropa, zapatos o artículos diversos a los alrededores del Mercado Juárez no les significa mucho problema sortear los bordos de tierra y escombro o brincar los tubos de polietileno que servirán para renovar las redes de cableado subterráneo. Algunos sólo refieren el peligro que representa por las noches tanto agujero y material de construcción tirado.
Y es que el empalme de dos obras, el Paseo Comercial Cepeda-Valdez Carrillo y la construcción de los pabellones Hidalgo-Juárez, provoca que el Centro Histórico se encuentre convertido en un caos.
Por la falta de planeación de los trabajos y debido a que no se informa previamente de los cierres que se están dando en las vialidades, muchos ciudadanos están resultando perjudicados.
Las avenidas Hidalgo y Juárez, desde la calzada Colón a la Músquiz son dos de las principales vialidades saturadas de vehículos debido al paso de decenas de líneas de camiones urbanos y también taxis, que se paran donde quieren.
El caos vial y comercial se concentra en la avenida Hidalgo, de la Treviño a la Rodríguez. Igualmente en la calle Blanco entre Juárez e Hidalgo, así como en Cepeda-Valdez Carrillo, de Juárez a Revolución.
La construcción del Paseo Comercial Cepeda-Valdez Carrillo a donde se reubicará a los comerciantes ambulantes de la Hidalgo, ya se desfasó tres semanas. Originalmente las obras concluirían el 31 de enero.
El pasado martes se inició el levantamiento de las gruesas capas de asfalto de las avenidas, para lo que fue necesario cerrar tres cuadras a la circulación.
Se registra conflicto vial
Félix Pérez Murillo, presidente de la Cámara de Comercio, admitió que a causa de las obras del Centro Histórico, en el sector se registra un caos vial y los comerciantes enfrentan problemas con las ventas. Reconoce además que faltó planeación y coordinación porque no necesariamente tenían que haberse abierto las avenidas Hidalgo y Juárez y empalmarse con los trabajos de la Cepeda Valdez Carrillo.
En la clausura del programa Centro Histórico Seguro, el alcalde José Ángel Pérez declaró que pese a las críticas, para el bien valen la pena las molestias que se sufren por peatones y automovilistas, si finalmente se contará con un sector digno para Torreón”.
